Francisco: «La Cuaresma es el camino de la esclavitud a la libertad, del sufrimiento a la alegría, de la muerte a la vida»

El Pontífice reflexionó que "el aliento de la vida de Dios nos salva de esta asfixia que apaga nuestra fe, enfría nuestra caridad y cancela nuestra esperanza". "Vivir la cuaresma es anhelar ese aliento de vida que nuestro Padre no deja de ofrecernos en el fango de nuestra historia", sostuvo el Papa. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Radio Vaticana.

EN LA MISA DE MIÉRCOLES DE CENIZA.

Francisco afirmó que "la Cuaresma es el camino de la esclavitud a la libertad, del sufrimiento a la alegría, de la muerte a la vida", durante la Misa del Miércoles de Ceniza, con la que comenzó el tiempo litúrgico, en la Basílica de Santa Sabina. Recordó que la imposición de las cenizas se trata de un gesto que nos recuerda nuestra condición original. 

"Hemos sido tomados de la tierra, somos de barro…sí, pero barro en las manos amorosas de Dios, que sopló su espíritu de vida sobre cada uno de nosotros y que quiere seguir dándonos ese aliento de vida que nos salva de otro tipo de aliento: la asfixia sofocante provocada por nuestros egoísmos; asfixia sofocante generada por mezquinas ambiciones y silenciosas indiferencias, asfixia que ahoga el espíritu, reduce el horizonte y anestesia el palpitar del corazón", reflexionó el Pontífice. 

Frente a ello, aseguró que "el aliento de la vida de Dios nos salva de esta asfixia que apaga nuestra fe, enfría nuestra caridad y cancela nuestra esperanza". "Vivir la cuaresma es anhelar ese aliento de vida que nuestro Padre no deja de ofrecernos en el fango de nuestra historia", sostuvo el Papa, quien indicó que este es un tiempo para decir no a esa asfixia del Espíritu; para pensar y preguntarnos ¿qué sería de nosotros si Dios nos hubiera cerrado las puertas?; y para abrir el corazón al aliento del único capaz de transformar nuestro barro en humanidad.