Beatifican al «Samurái de Cristo»

El prefecto de la Congregación para las Causas de Santos, Angelo Amato, sostuvo que el mártir japonés del siglo XVII Justo Takayama Ukon fue "un extraordinario testigo de la fe cristiana en tiempos difíciles, de contrastes y persecución". "Educado en el honor y en la lealtad, fue un auténtico guerrero de Cristo, no con las armas, en las cuales él era un experto, sino con la palabra y el ejemplo", reflexionó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AsIa News.

"PROMOTOR DE LA EVANGELIZACIÓN DE JAPÓN".

El cardenal y prefecto de la Congregación para las Causas de Santos, Angelo Amato, presidió la Misa de beatificación del mártir japonés del siglo XVII Justo Takayama Ukon, conocido como 'el samurái de Cristo', el 7 de febrero pasado. Recordó que el ahora beato, víctima de las persecuciones perpetradas contra el cristianismo, fue "incansable promotor de la evangelización del Japón".

"Él nos deja el tesoro de una inmensa fe. El Evangelio no es extraño a la cultura japonesa", afirmó Amato, sobre Ukon, quien r​enunció a sus posesiones y murió, el 4 de febrero de 1615 en Manila, junto a 300 cristianos japoneses en el exilio por la persecución religiosa de hace cuatro siglos. "La Iglesia en Japón fue bendecida con el espléndido testimonio de numerosos mártires. El beato Justo fue un extraordinario testigo de la fe cristiana en tiempos difíciles, de contrastes y persecución", afirmó. 

Reflexionó que "educado en el honor y en la lealtad, fue un auténtico guerrero de Cristo, no con las armas, en las cuales él era un experto, sino con la palabra y el ejemplo. "Vivía su fe, y la vivía como japonés que era, valorizando las tradiciones edificantes de su cultura. La beatificación de Justo es una semilla evangélica que la Providencia esparció en Japón y en el mundo", aseguró.