Cardenal Müller: «El obispo debe ser el primero en estar bien formado para no correr el riesgo que un ciego conduzca de la mano a otros ciegos»

El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, aseguró que "no se puede decir que hay circunstancias por las cuales un adulterio no constituye un pecado mortal". "No es correcto que muchos obispos estén interpretando 'Amoris laetitia' según su propio modo de entender la enseñanza del Papa. Su tarea no es la de crear confusión, sino aportar claridad", recordó Müller. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: InfoCatólica.

"LES RECOMIENDO QUE ESTUDIEN LA DOCTRINA".

El cardenal y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, aseveró que "el obispo debe ser el primero en estar bien formado para no correr el riesgo que un ciego conduzca de la mano a otros ciegos", y recomendó a algunos de ellos que hablan demasiado que "estudien la doctrina", debido a que algunos prelados realizaron interpretaciones contrarias a la doctrina de la Iglesia, tras la publicación de la Exhortación Apostólica de Francisco 'Amoris Laetitia'.

Müller aclaró que es imposible que se pueda dar "una contradicción entre Tradición y conciencia personal", en una entrevista con Il Timone. "No se puede decir que hay circunstancias por las cuales un adulterio no constituye un pecado mortal. Para la doctrina católica es imposible la coexistencia entre el pecado mortal y la gracia santificante. Para superar esta absurda contradicción Cristo ha instituido para los fieles el sacramento de la Penitencia y Reconciliación con Dios y con la Iglesia", argumentó. 

Asimismo, aseguró que "no es correcto que muchos obispos estén interpretando 'Amoris laetitia' según su propio modo de entender la enseñanza del Papa". "Esto no va en línea con la doctrina católica. El magisterio del Papa es interpretado sólo por él mismo o a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe. A todos ellos que hablan demasiado, les recomiendo estudiar primero la doctrina de los concilios sobre el papado y sobre el episcopado. La tarea de los sacerdotes y de los obispos no es la de crear confusión, sino la de aportar claridad", explicó el purpurado.