Aprueban un milagro de la religiosa argentina Madre Catalina de María

Los teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano aprobaron por unanimidad el milagro atribuido a la intercesión de la Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la primera congregación de vida apostólica de Argentina, las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, obra que se extendió por Chile, España y Benín. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

QUEDA A UN PASO DE SER BEATIFICADA.

Los teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano aprobaron, el 19 de enero pasado, por unanimidad el milagro atribuido a la intercesión de la Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la primera congregación de vida apostólica del país, las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. La religiosa argentina, que vivió en el siglo XIX, quedó a un paso de ser beatificada. En 1997, fue declarada venerable por san Juan Pablo II. 

El milagro deberá ser aprobado por la comisión de cardenales, quienes en el caso de emitir un veredicto positivo, redactarán el decreto de que se presentará a Francisco. El milagro de la monja cordobesa, que anteriormente fue aprobado por la junta médica de la Congregación, está relacionado con la curación sin explicación científica de la madre de una profesora del colegio de las Esclavas en Tucumán, que padecía una fuerte afección cardíaca, hace 19 años, y aún continúa con vida. La congregación que fundó la Madre Catalina de María Rodríguez se extendió por Argentina, Chile, España y Benín, en Africa occidental.

El santo Cura Brochero la convocó para trabajar en su misión social y evangelizadora en Traslasierra. En 1880, 16 hermanas cruzaron las Sierras Grandes a caballo para atender la Casa de Ejercicios y el Colegio de Niñas fundados por el santo argentina. "Fue una laica comprometida, una buena esposa -quedó viuda- y madre de familia, una religiosa fiel: una peregrina en busca de la voluntad y la gloria de Dios", indicó su biografía, publicada en el museo cordobés Catalina de María.