Movimiento Damas de Blanco: «La muerte de Fidel Castro no ha traído un cambio en Cuba»

La líder del movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, afirmó que Cuba va a "continuar con un dictador que es Raúl Castro, que va a seguir haciendo lo mismo que hacía Fidel, puesto que los dos hacían lo mismo juntos". "Con respecto a la manifestación que debían realizar el 27 de noviembre, decidimos como defensores de los derechos humanos, respetar el dolor ajeno, que no es nuestro", indicó Soler. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa e Infobae.

SUSPENDIERON MARCHA PACÍFICA DOMINICAL PARA EVITAR TENSIONES.

La líder del movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, afirmó que el fallecimiento del dictador comunista Fidel Castro no trajo cambios a Cuba, dado que van a "continuar con un dictador que es Raúl Castro, que va a seguir haciendo lo mismo que hacía Fidel, puesto que los dos hacían lo mismo juntos". El dictador, que se definió como "marxista leninista", murió el 25 de noviembre pasado, a los 90 años. En 2006, delegó el poder a su hermano Raúl, y en 2008 lo hizo permanente. 

"Con respecto a la manifestación que debían realizar el 27 de noviembre -marchas pacíficas dominicales-, hemos decidido, como defensores de los derechos humanos, respetar el dolor ajeno, que no es nuestro. No nos alegramos de la muerte de ningún ser humano. Lo vamos a respetar y hemos hecho un receso a nivel nacional, donde existe Damas de Blanco, a que no salgan a las calles para que no lo tome el gobierno como una provocación", indicó Soler, al suspender las marchas por primera vez en 13 años. El movimiento de las Damas de Blanco surgió en 2003, formado por las madres, esposas e hijas de los 75 opositores detenidos durante la Primavera Negra de ese año en la isla. 

Actualmente, está integrado por cientos de mujeres, que se manifiestan pacíficamente todos los domingos en diversas ciudades -tras participar de Misa-, para exigir el respeto a los derechos humanos. Castro asesinó a 7.000 ciudadanos durante el régimen, entre fusilamientos, ejecuciones extrajudiciales y presos políticos muertos en huelga de hambre, y propició el exilio de decenas de miles de cubanos. En relaciones a la Iglesia, en septiembre de 1961 expulsó a 131 sacerdotes, entre ellos el obispo auxiliar de La Habana, Eduardo Boza Masvidal, y expropió iglesias, conventos y colegios.