Más de 16.000 fieles participan de la clausura del Año de la Misericordia en Arquidiócesis de Brasil
El arzobispo local, Wilson Tadeu Jönck, recordó que "tenemos un Dios que camina con nosotros, que mira nuestra imperfección con misericordia y nos toma de la mano". "En la medida en que aceptamos a Cristo y su Evangelio, cambiamos nuestro modo de vivir", reflexionó.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.
EN EL ESTADIO DE FLORIANÓPOLIS.
Más de 16.000 fieles, de 72 parroquias, participaron de la Misa de clausura del Año de la Misericordia, presidida por el arzobispo local Wilson Tadeu Jönck, en el Estadio Orlando Scarpelli, en Florianópolis, 20 de noviembre pasado. Los dos momentos más emocionantes del encuentro fueron la entrada de la co-patrona de la Arquidiócesis, Nuestra Señora del Destierro, y la patrona, Santa Catalina de Alexandria.
Jönck afirmó que cuando se piensa en la misericordia, es Dios que se aproxima del ser humano. "Tenemos un Dios que camina con nosotros, que mira nuestra imperfección con misericordia y nos toma de la mano. Él purifica nuestra vida. Si las obras de misericordia no forman parte de nuestra vida cristiana de cada día, nuestro cristianismo es mediocre", reflexionó.
"Es una grata providencia cerrar el Año de la Misericordia en la fiesta de Cristo Rey. En la medida en que aceptamos a Cristo y su Evangelio, cambiamos nuestro modo de vivir. Cristo Rey reina clavado en la Cruz. Él dio su vida totalmente para el otro, darse para que el otro tenga vida", afirmó.