Caritas Uganda distribuye semillas y herramientas de agricultura a refugiados de Sudán del Sur

El nuncio apostólico para Uganda, Michael Blume, y el obispo de Arua, Sabino Odoki, supervisaron la entrega de los elementos y ratificaron la cercanía de la Iglesia a las víctimas de la guerra. Las asistencias entregadas por Caritas, en los primeros días del programa, llegaron a más de 10.000 herramientas y 10 metros cúbicos de semillas vegetales. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

PARA QUE ESTEN PREPARADOS CUANDO PUEDAN RETORNAR A SU PAÍS.

Caritas Uganda lanzó un plan de asistencia para los miles de refugiados de Sudán del Sur, que actualmente se encuentran en el campo de Bidi Bidi, el 22 de octubre, tras el fracaso del proceso de paz en julio pasado y la posterior escalada de violencia. Distribuyeron masivamente semillas y herramientas de agricultura para que los residentes del campo puedan producir algunos de sus alimentos y mejorar su dieta con el consumo de vegetales, y que de esta forma sean más autónomos y estén preparados para retornar a su país tras la superación de la crisis. 

El nuncio apostólico para Uganda, Michael Blume, y el obispo de Arua, Sabino Odoki, supervisaron personalmente la entrega de los elementos el 26 de octubre pasado y ratificaron la cercanía de la Iglesia a las víctimas de la guerra. Las asistencias entregadas por la entidad eclesial en Bidi Bidi, en los primeros días del programa, llegaron a más de 10.000 herramientas y 10 metros cúbicos de semillas vegetales. La iniciativa se extiende por 12 meses e incluye asistencia agrícola constante, elementos de higiene y de prevención de plagas de mosquitos, así como entrenamiento de jóvenes en institutos técnicos regionales.

El objetivo del programa preve que los refugiados temporales en el país. estén preparados a regresar a Sudán del Sur en cuanto la situación de orden público se estabilice. Uganda se convirtió en el principal receptor de refugiados de Sudán del Sur, creado un campo de refugiados que alberga ahora aproximadamente 169.000 personas, convirtiéndose en el cuarto campo más grande del mundo. El obispo de Juba, en Ssudán del Sur, Santo Luko Pio, imploró que la población y los líderes mundiales atiendan los llamados de paz.