Sacerdote argentino a abortistas: «Hay millones de mujeres que en la Iglesia han encontrado esperanza y libertad»

El vicario parroquial de Nuestra Señora de la Piedad, en Paraná, Leandro Bonnin, indicó que la Iglesia no puede "apoyar el aborto no sólo por amor a los bebés -entre ellos, a las miles de mujercitas recién concebidas- sino también a las mujeres que ya los están gestando". "¿Sabés la cantidad de veces que, como sacerdotes, nos ha tocado escuchar el desgarrador relato de una mujer, que no logra vivir en paz por el recuerdo de aquel hijito que abortó?", cuestionó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

"EN CADA ABORTO NO MUERE SÓLO UN BEBÉ, SINO TAMBIÉN UNA MAMÁ".

El vicario parroquial de Nuestra Señora de la Piedad, en Paraná, en la provincia de Entre Ríos, Leandro Bonnin, aseguró que "hay muchas mujeres niñas, adolescentes, jóvenes, adultas, ancianas, muchas miles, millones de mujeres, que en la Iglesia, y tal vez sólo en ella, han encontrado alegría, consuelo, esperanza, libertad", a través de la red social Facebook, en respuesta a las abortistas que intentaron profanar la catedral de Rosario, al grito de 'Iglesia, basura, vos sos la dictadura', durante la marcha del XXXI Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), el 10 de octubre pasado.

"¿Te contaron alguna vez que los sacerdotes también acompañamos a las mujeres que son golpeadas a que puedan denunciar a sus agresores? ¿Y sabías que muchas veces los sacerdotes somos los primeros confidentes de mujeres que han sido abusadas en su infancia, o acosadas o violadas? ¿Sabés la cantidad de veces que, como sacerdotes, nos ha tocado escuchar el desgarrador relato de una mujer, que no logra vivir en paz por el recuerdo de aquel hijito que abortó?", cuestionó el sacerdote a las feministas que están a favor del asesinato de bebés en el vientre materno, dado que explicó que ellas no se imaginan "el dolor profundo, indeleble, que el aborto de uno o más niños deja en tantas mujeres, que después de 50 o 60 años continúan llevando esa herida".

Bonnin indicó que la Iglesia no puede "apoyar el aborto no sólo por amor a los bebés -entre ellos, a las miles de mujercitas recién concebidas- sino también a las mujeres que ya los están gestando". "Sé por experiencia que en cada aborto no muere sólo un bebé, sino también una mamá. La Iglesia no es una basura, no es una dictadura. Proclamamos valores morales absolutos por fidelidad a Jesús, en cuya Sangre y con cuya Gracia estamos seguros de que es posible vivirlos. Anunciamos el valor de la vida y la familia. Anunciamos que la sexualidad es un gran don de Dios, que necesita siempre ser cuidado y respetado en su integridad para hacer felices a las personas. Estamos convencidos de que la maternidad y el rol de la mujer en la sociedad civil se pueden mantener unidos sin perjuicio de ninguno", argumentó.