Obispo de Nigeria: «Boko Haram es diabólico, pero también hay demonios en Occidente, especialmente el secularismo»

El obispo de Maiduguri, Oliver Doeme, consideró que "la Iglesia debería estar a la altura de la situación, y promover la devoción a Nuestra Señora", dado que "María es la solución para el mundo de hoy". Citó la intervención de la Virgen María, para que Brasil no cayera en el comunismo, después de que el cardenal Jaime de Barros Camara lideró una campaña de oración en 1964. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

"LA VIRGEN MARÍA PUEDE CONTENER LOS DEMONIOS".

El obispo de Maiduguri, Oliver Doeme, advirtió que "hay muchos demonios en el mundo, y Boko Haram es diabólico, pero también hay demonios en Occidente, especialmente el secularismo", que frente a ello "la Iglesia debería estar a la altura de la situación, porque sólo la Santísima Virgen María puede contener los demonios, por lo que debemos promover la devoción a Nuestra Señora, María es la solución para el mundo de hoy", tras convocar a una campaña de oración para pedir a Dios que detenga la violencia que azota al mundo. 

"Boko Haram quiere destruir la cristiandad en el noroeste, en Nigeria y más allá, incluso en el mundo entero", sostuvo el prelado, que conserva la esperanza de derrotarlos tras una experiencia que vivió en octubre de 2014, que lo mantuvo esto en silencio durante meses. "Estaba en mi capilla en oración privada, recitando el Rosario ante el Santísimo Sacramento expuesto. Entonces el Señor se me apareció, de pie junto al altar. Fue una visión, no físico. Él se apareció como Jesús, el Buen Pastor, y sostenía una espada con ambas manos. Ante esto me puse nervioso. Le dije: 'Señor, ¿qué es esto?' Él no dijo nada, sólo se comenzó a aproximar, se inclinó hacia mí y me dio la espada, la cual se transformó en un Rosario". indicó.

Doeme sostuvo que "la visión concluyó cuando Jesucristo dijo en inglés: 'Boko haram se ha ido; Boko Haram se ha ido; Boko Haram se ha ido'". Por otro lado, citó la intervención de la Virgen María, donde la victoria se obtuvo de forma pacífica, para que Brasil no cayera en el comunismo después de que el cardenal Jaime de Barros Camara lideró una campaña de oración en 1964 y la caída del régimen del dictador Marcos en Filipinas en 1986 después de que el cardenal Jaime Sin convocó a un multitudinario Rosario en el que participaron más de 2.000.000 de personas.