Arzobispo Aguer califica de «injustas e ilegítimas» las operaciones gratuitas de «cambio de género» en hospitales de Argentina

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, lamentó la ley que obliga a los hospitales públicos y privados del país a realizar operaciones gratuitas de 'cambio de género', cuando en muchos casos "los pacientes deben llevar gasas, jeringas y hasta agujas para poder ser suturados". "A usted, amigo lector, le meterán la mano en el bolsillo para pagar las mencionadas operaciones, tan necesarias, al parecer, para asegurar la identidad de género de una ínfima minoría de la población", denunció.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN UN SISTEMA DE SALUD DETERIORADO Y COLAPSADO.

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, calificó de "injusta e ilegítima" la ley que obliga a los hospitales públicos y privados del país a realizar operaciones gratuitas de 'cambio de género', en un sistema de salud colapsado, dado que en muchos casos "los pacientes deben llevar gasas, jeringas y hasta agujas para poder ser suturados", en un artículo titulado '¿Es justo todo lo legal? La injusticia de un Decreto', publicado en el diario platense 'El Día', el 4 de octubre. 

"Filas interminables, horas y horas de espera para poder ser atendidos. Varios hospitales están en ruinas, faltan camas y medicamentos. Ni hablar de los ancianos, que también sufren la indiferencia del Estado, subsisten con migajas y no tienen acceso a la atención de salud que les corresponde. Los juzgados y tribunales del país se encuentran plagados de recursos de amparo de personas ancianas y enfermos que reclaman el suministro de un medicamento que cure o alivie sus dolencias, porque PAMI o IOMA no los incluye. Hay más de 50.000 pesos para que un travesti se ponga los pechos artificiales gratis, pero no 1.500 pesos para el medicamento de un niño que la obra social no le cubre", aseveró.

Aguer indicó que "los beneficios acordados por el decreto que suscribió la señora de Kirchner -Cristina Fernández- están a disposición de 'todos los hombres del mundo'". "Conozco algunos casos de personas que vienen, atraídas por tan generosa oferta, de países vecinos. Por las dudas, que no soy xenófobo; sin embargo, me duele la miseria de tantos argentinos discriminados en virtud de una reglamentación inicua. A usted, amigo lector, le meterán la mano en el bolsillo para pagar las mencionadas operaciones, tan necesarias, al parecer, para asegurar la identidad de género de una ínfima minoría de la población. Los 'lobbies' se han abierto paso a los codazos y han impuesto qué debe entenderse por ese término mágico; lo han convertido en una ideología", denunció.