Francisco destaca la «valentía» del cardenal Terrazas «en medio de dificultades»

En medio de un cruce abierto entre el cardenal Terrazas y el gobierno del país, Francisco expresó su apoyo a los pastores y a Julio Terrazas Sandoval: “[Con Terrazas] me une una larga amistad”, aclaró el pontífice en su carta.

Autor: VenL. / Fuente: Vatican Insider.

CUESTIONADO POR EL GOBIERNO DE BOLIVIA.

La relación entre el gobierno de Morales y la Iglesia en Bolivia nunca ha sido de lo mejor. Pero en las últimas semanas han subido sensiblemente los decibeles de la tensión entre ambas partes afectando, como tercero interesado, a la Santa Sede y al pontífice argentino. A finales de octubre Morales viajó a Roma. Fue invitado al Encuentro Internacional de Movimientos Populares, preparado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz que congregó en Roma a sin tierra, cartoneros y excluidos. No participó como presidente sino como líder de indígenas. Gestionaron su venida a Roma los organizadores de la cumbre, por fuera de la diplomacia vaticana. Apenas cinco días antes del viaje de Evo, el presidente de la Cámara de Diputados y parlamentario del Movimiento Al Socialismo , asestó un duro golpe al cardenal Terrazas. El 23 de octubre Marcelo Elio acusó al arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra, de tomar una postura “derechista”, “pro oligárquica”, “pro imperialista” y “alejada de la Biblia”.

Una salida fuera de tono que pareció tener un objetivo: diferenciar públicamente las relaciones del gobierno con el Vaticano y con los representantes de la Iglesia en el país. Como si con el Papa las cosas estuviesen muy bien y no así con los obispos locales. Las declaraciones de Elio provocaron una inmediata respuesta de la contraparte, que defendió a Terrazas. “Respecto al anuncio del viaje del señor presidente para una entrevista con el Papa en el Vaticano la próxima semana, no tenemos ninguna confirmación oficial diplomática sobre esta posibilidad”, replicaron los obispos. Pero en eso se equivocaron, porque aquel martes Francisco y Evo cenaron en la Casa Santa Marta del Vaticano. ¿Qué falló? La comunicación. La nunciatura en La Paz había garantizado a los obispos que la entrevista privada entre ambos no iba a tener lugar. Como en el armado de aquella cena no fue involucrada la Secretaría de Estado vaticana, oficialmente la misma no existía. Pero sí existió, y eso cayó como un balde de agua fría en la Conferencia Episcopal Boliviana.

La reciente asamblea del episcopado sirvió de oportunidad para enmendar aquella incomunicación. Se hizo con una carta del pontífice al arzobispo de Cochabamba y presidente del episcopado, Óscar Omar Aparicio Céspedes. “Quisiera mandar un especial saludo al señor cardenal Julio Terrazas Sandoval, presidente emérito de esa conferencia, a quien me une una larga amistad y del que siempre he valorado su gran amor al señor, la valentía y generosidad con que se entrega cotidianamente a favor de los más necesitados, así como la fidelidad con que proclama el evangelio, a menudo en medio de dificultades, a las que hace frente con magnanimidad y sin ahorrar esfuerzo alguno en su servicio al santo pueblo de Dios”, indicó en la misiva. Y agregó: “Me siento muy unido a cada uno de ustedes y deseo darles las gracias por todo el bien que hacen a la Iglesia en Bolivia y a sus connacionales, sin distinción de clases ni favoritismos. Los animo a continuar trabajando con serenidad y alegría en la viña del señor, sin cansarse de hacer el bien, sabiendo que dios conoce sus fatigas y escucha sus plegarias”.

Al mensaje los obispos reaccionaron con agradecimiento. Desearon que aquella cena del Papa y Evo haya servido para la “apertura coherente” de un canal directo de diálogo entre el gobierno y ellos. Porque que desde marzo pasado propusieron a la cancillería un acercamiento para solucionar problemas pendientes, pero todavía esperan respuesta. Los pendientes continúan y se acumulan. El último de ellos es la orden para que se le pague un doble aguinaldo, como en el resto de las empresas privadas, a los empleados de las obras sociales católicas que trabajan por los pobres. Los obispos pidieron ser eximidos, por motivos económicos. Como respuesta el diputado Elío dobló la apuesta. Llamó a la Iglesia a transparentar sus cuentas y exigió el pago de impuestos por celebraciones eucarísticas. “Como ciudadano boliviano exigiría a la Iglesia que todos los obispos en el territorio boliviano sean nacionales, sean bolivianos, no tendrían por qué haber obispos extranjeros en ninguna parte del país”, sentenció.