«Nos castigan por ser católicos, por querer una educación acorde con nuestros valores»

La madre de Carla, una alumna del colegio Juan Pablo II de Alcorcón en España, Lucía Montero, o pidió al consejero de Educación de Madrid, Rafael van Grieken, que le permitan educar a su hija según sus convicciones morales y religiosas. "Quieren forzarnos a asumir una ideología que afirma cosas contrarias a nuestros fundamentos más íntimos, y si no lo hacemos, nos perseguirán sin importarles el sufrimiento de los niños y de las familias", denunció. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

PRESIÓN DEL LOBBY GAY A COLEGIOS CATÓLICOS DE ESPAÑA.

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La madre de Carla, una alumna del colegio Juan Pablo II de Alcorcón en España, Lucía Montero, denunció que los "castigan por ser católicos y querer una educación acorde con nuestros valores", a través de una carta, tras la inspección enviada por la Junta del Gobierno Autonómico de Madrid al establecimiento educativo, después de que su director enviara una carta a las familias del colegio donde calificó de "fanatismo terrorista" la ley contra la denominada 'LGTBfobia'. 

Montero pidió al consejero de Educación de Madrid, Rafael van Grieken, a través de un junte de firmas, que le permitan educar a su hija según sus convicciones. "Sé que nos castigan por ser católicos. Quieren forzarnos a asumir una ideología que afirma cosas contrarias a nuestros fundamentos más íntimos, y si no lo hacemos, nos perseguirán sin importarles el sufrimiento de los niños y de las familias", aseveró, al indicar que la esa ley, entre otros aspectos, pretende imponer la "educación en la diversidad sexual en los colegios públicos y concertados: de origen privado pero que reciben subvenciones estatales". 

Frente a ello, indicó que no hicieron "nada malo, sólo ser coherentes con nuestras creencias", y pidió que no los "castiguen por ser fiel a sus convicciones morales y religiosas". "Lo único que deseo es que mi hija reciba una buena educación basada en valores cristianos. Elegimos este colegio porque sabíamos que Carla estaría en las manos de profesores que le inculcarían el amor por el bien, la verdad, el respeto hacia los demás y que harían de ella una persona responsable y libre. Esta ley se pretende la imposición de una visión del mundo por la fuerza, con amenazas, como si viviéramos en una dictadura. No quiero que me persigan por decirle que para mí una familia es la formada por un papá, una mamá y los hijos que puedan venir al mundo fruto del amor consagrado en el matrimonio", argumentó.