“Riad invierte 8.000 millones de dólares anualmente en difundir el islam más sectario”

Pierre Conesa, ex alto funcionario del Ministerio de Defensa francés, acaba de publicar un libro sobre la diplomacia religiosa de Arabia Saudí, en el que recuerda que el dinero invertido anualmente por este país en propaganda islamista es "6 ó 7 veces lo que la URSS empleaba en propaganda en sus mejores años. Para hacerse una idea, el presupuesto anual del Vaticano del año 2011 fue de 245 millones".

Autor: VenL. / Fuente: La Vanguardia

EX ALTO FUNCIONARIO DE MINISTERIO DE DEFENSA FRANCÉS.

Ofrecemos a continuación algunos extractos de la entrevista concedida por Conesa a La Vanguardia. 

"Hay que explicar el dañino agujero negro que es Arabia Saudí. Ese régimen se compone de dos familias; los Saud y los Al ash-Sheij, descendientes de Abd el Wahhab. Los primeros representan la fachada de país aliado en la guerra fría, con su cohorte de cuadros sofisticados encargados de las finanzas, la defensa y el control de las élites a través de su compra. Los segundos se encargan de la dimensión integrista, con los asuntos religiosos y la educación en sus manos. Ambos se necesitan mutuamente y actúan en paralelo. En Afganistán, Occidente sólo miraba la dimensión Este/Oeste, mientras que al mismo tiempo ellos financiaban las madrasas wahabitas. Los resultados los vemos hoy".

"Cada vez que los Saud necesitan de los occidentales, tienen que dar explicaciones a los ulemas, que a cambio les piden más poder. Por ejemplo, en 1979, cuando los radicales toman la gran mezquita de La Meca y los Saud llaman a los policías franceses para liberarla, tienen que transferir más poder a los religiosos para compensar; se cierran todos los cines de Riad, se obliga a llevar velo a las mujeres extranjeras. En 1991, cuando Bin Laden propone defender Arabia Saudí contra Sadam Husein y los Saud prefieren apelar a 100.000 soldados americanos, se producen los primeros atentados que muestran el desacuerdo con la apelación a los “infieles”. Y hoy tenemos al Estado Islámico, que es un producto del salafismo que contesta a Arabia Saudí y se pone por encima de ella. Es una debilidad porque vemos cómo están siendo superados por los monstruos que crearon".

"Hoy todos los responsables de las grandes organizaciones musulmanas de Senegal, Malí, Níger…, son gente que ha pasado por la Universidad de Medina. Ha habido un aumento del salafismo en toda la región subsahariana: una consecuencia de 30 años de diplomacia religiosa. Y hay una cosa que llama la atención: en los contratos que firman los becarios extranjeros de Medina figura la obligación de regresar a sus países una vez terminados los estudios… Emplean hasta 8.000 millones anuales, seis o siete veces lo que la URSS empleaba en propaganda en sus mejores años. Para hacerse una idea, el presupuesto anual del Vaticano del año 2011 fue de 245 millones".

"Arabia Saudí es nuestro mejor cliente [de Francia] desde hace, por lo menos, 25 años. Con la importancia de Airbus, Thalès, Dassault…, es evidente que se cuida al cliente, lo que lleva a situaciones ridículas como las lecciones que se da a Irán por cosas que son mucho peores en Arabia Saudí. Valls siempre responde diciendo que tenemos 10.000 millones en contratos con Arabia Saudí. Y además el reino ha contratado a las cuatro mayores agencias de relaciones públicas francesas para gestionar su imagen… Tras los atentados de enero del 2015 todo el mundo reflexionaba sobre cómo contrarrestar la radicalización, el único ministerio que no hizo ninguna autocrítica fue el de Exteriores.