El diario La Nación pide respetar la vocación por una vida monástica tras caso de las carmelitas de Nogoyá

Uno de los medios más importantes de Argentina consideró que el operativo contra las religiosas fue "a todas luces desproporcionado". "Para muchos, algunas acciones pueden resultar incomprensibles y arcaicas, pero no por ello se las puede criminalizar ni condenar, mucho menos antes de comprobar la existencia fehaciente de un delito. De lo contrario se incurriría en una forma de persecución religiosa", indicó.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN SU EDITORIAL TITULADO 'LA LIBERTAD RELIGIOSA Y LA JUSTICIA'.

Captura de pantalla de lanación.com.ar

El diario La Nación, uno de los más importantes de Argentina, aseguró que es "necesario respetar la vocación por una vida monástica, evitando caer en actitudes ofensivas o escandalosas que distorsionen su recta intención", en su editorial titulado 'La libertad religiosa y la Justicia', del 24 de septiembre pasado, por las circunstancias que rodearon el violento allanamiento del Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de la ciudad entrerriana de Nogoyá, tras denuncias por supuestas torturas y privación ilegítima de la libertad de las religiosas. 

El medio consideró que el operativo contra las religiosas fue "a todas luces desproporcionado". "La libertad religiosa, como cualquier otra, debe defenderse siempre. Algo no estaría funcionando bien si ésta se viera penalizada sin las pruebas incontrastables que surjan de una investigación seria e independiente. Está visto que, para muchos, algunas acciones pueden resultar incomprensibles y arcaicas, pero no por ello se las puede criminalizar ni condenar, mucho menos antes de comprobar la existencia fehaciente de un delito. De lo contrario se incurriría en una forma de persecución religiosa", indicó. 

"A un mes de los hechos, la cúpula del Episcopado también criticó el procedimiento y pidió a la Justicia que "respete la libertad religiosa", y aclaró que la Iglesia Católica no busca ningún privilegio frente a la legítima acción del Estado ante eventuales delitos. La respuesta vocacional al llamado de Dios a la vida consagrada es un acto de libertad. Durante siglos, muchos de los santos y mártires adoptaron distintas formas severas de penitencia, convencidos de que los conducían a la salvación, junto con la disciplina y el ayuno. No se puede, de ninguna manera, asimilar la tortura a la penitencia. Ciertamente, como tantas otras elecciones de vida, resultan de muy difícil comprensión para muchos", reflexionó.