Francisco: «Los cristianos estamos llamados a derramar misericordia sobre el mundo»

El Papa meditó que "las palabras de Jesús nos interpelan, piden que encuentren lugar en el corazón y sean respondidas con la vida", al rezar junto a líderes cristianos, como parte del evento en el que se celebran los 30 años del encuentro de Oración Interreligiosa por la Paz del Mundo. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

EN ORACIÓN ECUMÉNICA POR LA PAZ EN ASÍS.

Francisco afirmó que "los cristianos estamos llamados a derramar misericordia sobre el mundo", al rezar junto a líderes cristianos, entre los que estaban Bartolomé I, Patriarca ortodoxo de Constantinopla, y el arzobispo anglicano de Canterbury, Justin Welby, como parte del evento en el que se celebran los 30 años del encuentro de Oración Interreligiosa por la Paz del Mundo que san Juan Pablo II presidió en la ciudad italiana de Asís. 

El Papa meditó que "las palabras de Jesús nos interpelan, piden que encuentren lugar en el corazón y sean respondidas con la vida", en la Basílica inferior de San Francisco de Asís. "En su 'tengo sed', podemos escuchar la voz de los que sufren, el grito escondido de los pequeños inocentes a quienes se les ha negado la luz de este mundo, la súplica angustiada de los pobres y de los más necesitados de paz. Imploran la paz las víctimas de las guerras, las cuales contaminan los pueblos con el odio y la Tierra con las armas; imploran la paz nuestros hermanos y hermanas que viven bajo la amenaza de los bombardeos o son obligados a dejar su casa y a emigrar hacia lo desconocido, despojados de todo", indicó.  

"Todos estos son hermanos y hermanas del Crucificado, los pequeños de su Reino, miembros heridos y resecos de su carne. Tienen sed. Pero a ellos se les da a menudo, como a Jesús, el amargo vinagre del rechazo. ¿Quién los escucha? ¿Quién se preocupa de responderles? Ellos encuentran demasiadas veces el silencio ensordecedor de la indiferencia, el egoísmo de quien está harto, la frialdad de quien apaga su grito de ayuda con la misma facilidad con la que se cambia de canal en televisión", aseguró el Pontífice, al sostener que frente a "Cristo crucificado, 'fuerza de Dios y sabiduría de Dios' (1 Co 1,24), los cristianos estamos llamados a contemplar el misterio del Amor no amado".