Obispo Marino pide a los consagrados «no perder de vista la meta de la santidad»

El obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, destacó que la santidad en los consagrados "es el testimonio de vida que más necesita la Iglesia". "La vida consagrada es un camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a Él con un corazón indiviso, y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de la humanidad". indicó Marino. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

JORNADA DE LA VIDA CONSAGRADA.

El obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, felicitó a consagrados y consagradas por su don y les pidió "no perder de vista la meta de la santidad, que es el testimonio de vida que más necesita la Iglesia", durante la Jornada por la Vida Consagrada, y en coincidencia con la fiesta de la Natividad de María, el 8 de septiembre pasado, en la catedral local. 

El prelado destacó que "la vida consagrada es un don del Padre por medio del Espíritu a su Iglesia, y constituye un elemento decisivo para su misión". "La vida consagrada es un camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a Él con un corazón indiviso, y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de la humanidad, asumiendo la forma de vida que Cristo escogió para venir a este mundo: una vida virginal, pobre y obediente", indicó. 

Marino los alentó en "las pruebas del camino" que atraviesa su misión y les agradeció por su aporte a la Iglesia. Además, destacó la profecía, cercanía y esperanza, las tres características enumeradas por Francisco y exhortó a los consagrados a no perder la esperanza y rezar para que surjan nuevas vocaciones.