Francisco: «Los monjes y monjas mantienen vivos los oasis del espíritu»
El Pontífice aseguró que ellos "anuncian la fraternidad evangélica desde todos los monasterios del orbe y lo hacen con un silencio laborioso y elocuente que deja hablar a Dios en la vida ensordecedora y distraída del mundo".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.
CONGRESO DE ABADES BENEDICTINOS EN ROMA.
Francisco afirmó que "en este tiempo y en esta Iglesia llamada a apostar cada vez sobre lo esencial, los monjes y las monjas custodian por vocación un don peculiar y una responsabilidad especial: la de mantener vivos los oasis del espíritu para que los pastores y fieles puedan beber en los manantiales de la misericordia divina", frente a más de 250 participantes en el congreso de abades benedictinos en Roma, el 8 de septiembre.
El Pontífice aseguró que "si es solamente en la contemplación de Jesucristo donde se percibe el rostro de la misericordia del Padre, la vida monástica constituye un camino maestro de hacer esa experiencia contemplativa y traducirla en testimonio personal y comunitario", dado que el mundo actual demuestra "claramente la necesidad de una misericordia que es el corazón de la vida cristiana y lo que, en definitiva, manifiesta la autenticidad y la credibilidad del mensaje del que la Iglesia es depositaria y proclama".
"Los monjes y monjas anuncian la fraternidad evangélica desde todos los monasterios del orbe y lo hacen con un silencio laborioso y elocuente que deja hablar a Dios en la vida ensordecedora y distraída del mundo. Aunque vivan separados del mundo, su clausura no es estéril, al contrario, es una riqueza y no un impedimento para la comunión, su trabajo, en armonía con la oración los hace partícipes de la obra creativa de Dios y solidarios con los pobres que no pueden vivir sin trabajar", destacó el Papa, al pedirles que "conserven el celo de su testimonio, incluso en los países que hoy son más difíciles, con la fidelidad al carisma y el valor de fundar nuevas comunidades".