Islamistas retiran denuncia contra réplica de la gruta de Lourdes

La abogada de la parroquia que administra el santuario de Giriwening, Agnes Dwi Rusjiyati, sostuvo que cree que retiraron la acusación "para evitar el clima de tensión que se creó entre quienes están a favor y en contra". Fuentes locales denunciaron que los islamistas que denuncian construcción de lugares de culto cristianos vienen "de afuera", para manipular cuestiones religiosas con objetivos políticos.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.

EN YOGYAKARTA, INDONESIA.

Un grupo de 39 extremistas islámicos retiraron su denuncia, presentada en julio pasado, para revocar el permiso de construcción concedido por las autoridades para la construcción de una réplica de la gruta de Lourdes, durante la tercera sesión del proceso en el tribunal de la ciudad, en la provincia de Yogyakarta, en Indonesia. Fuentes locales denunciaron que, la mayor parte de las veces, los islamistas que denuncian la construcción de lugares de culto cristianos vienen "de afuera", con la intención de manipular cuestiones religiosas con objetivos políticos.

Los extremistas se habían opuesto al deseo de una familia católica local, que quería donar un terreno para edificar el santuario de Giriwening, administrado por la parroquia de Santa María Virgen y Madre de Jesús de Wedi. La abogada de la parroquia, Agnes Dwi Rusjiyati, sostuvo que la decisión de retirar la acusación fue tomada "para evitar el clima de tensión que se creó entre quienes están a favor y quienes están en contra". A través de los años, el santuario de Giriwening se convertió en una lugar de peregrinación para cientos de fieles de Java Central, lo que relanzó el turismo religioso en toda la zona.

En Indonesia, el trámite y los pasos que implican la construcción de un lugar de culto no musulmán son muy complicados y pueden transcurrir de 5 a 10 años antes de obtener las autorizaciones necesarias, dado que se requiere la certificación de que no existe ningún impedimento por parte de un cierto número de residentes, además del consenso del jefe de la aldea. Desde septiembre de 2008, la familia Binuko lucha para la edificación del lugar de culto.  En marzo de 2005, decenas de islamistas prendieron fuego el lugar donde debía erigirse el santuario y frenaron el trabajo de los obreros.