Obispo Conejero: “Anhelemos la vida eterna”
Sostuvo que la alabanza gozosa vendrá con la felicidad eterna y que para eso Jesús entregó su vida, al morir en la cruz y resucitar por nosotros.
ACONSEJÓ MEDITAR SOBRE EL DESTINO DE LA HUMANIDAD.
El obispo de Formosa, José Vicente Conejero Gallego, reflexionó sobre la vida eterna, el destino al que todo hombre está llamado y aconsejó hacer el bien a los hermanos y ansiar la felicidad que dará ver cara a cara a Dios.
El prelado calificó de “muy propicio y saludable” meditar en la resurrección de los muertos y en la vida eterna para recordar que son invitaciones, promesas claras que Jesús hace a todo hombre. “Para esto ha sido enviado Jesús al mundo, para esto nos ha enseñado la verdad y el sentido de la existencia humana; para esto nos invita a creer y confiar en Él, para esto ha entregado su vida muriendo en la cruz y resucitando por nosotros, para que un día podamos alcanzar la vida eterna”, sostuvo.
Conejero invitó a apreciar a los santos, que contemplan para siempre el rostro de Dios, ya que pudieron despegarse de los bienes terrenales y querían con todas sus fuerzas estar íntimamente unidos a Cristo para siempre. Además, enseñó que, al rezar en el padrenuestro ‘Venga a nosotros tu Reino’, reconocemos que todo pasa y, a la vez, se despierta la esperanza de querer estar en la presencia viva y real de Aquel que nos creó y redimió.
“La vida presente, aún a pesar de todos los problemas y luchas existentes, es buena y merece la pena vivirse, porque Dios así lo ha querido. Esta esperanza y suspiro por la vida eterna nos equilibra, nos ayuda a relativizar y sopesar las vicisitudes del tiempo actual, que si bien es tiempo de gracia y conversión, lo es también de contingencia, de paso, de representación de este mundo hacia lo definitivo y lo pleno. Amemos la vida presente y pasémosla, como Jesucristo, haciendo el bien; pero anhelemos la vida eterna que Él nos prometió”, aconsejó el obispo.