Obispo auxiliar de Buenos Aires preside la tradicional Misa del Campo en La Rural
El obispo auxiliar de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí, presidió la tradicional celebración eucarística al aire libre pese a la lluvia, donde exhortó a dar gracias a Dios por el regalo de ser mujeres y hombres de campo, a "saber vivir dando a la vida un sentido, a poner los frutos del campo al servicio de los hermanos, del bien común, de nuestra Patria".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.
SE REALIZA TODOS LOS AÑOS DESDE 1959.
El obispo auxiliar de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí, presidió la tradicional Misa del Campo al aire libre pese a la lluvia, el 31 de julio pasado, en la pista central de la 130º Exposición Rural de Palermo, como se hace todos los años desde 1959, donde destacó que el el campo tiene mucho para darnos "no sólo lo que produce para el bien común y el progreso de los pueblos, sino porque en él encontramos una sabiduría para dar un sentido pleno a nuestras vidas".
El prelado mencionó "tantas imágenes campestres en el Evangelio y en el Antiguo Testamento", y recordó que la vida terrena termina y "estamos llamados a una vida más plena, tenemos un tesoro en el cielo". Eguía exhortó a dar gracias a Dios por el regalo de ser mujeres y hombres de campo, a "saber vivir dando a la vida un sentido, a poner los frutos del campo al servicio de los hermanos, del bien común, de nuestra Patria". El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, leyó la primera lectura, del libro del Eclesiastés. El vicepresidente de la SRA, Daniel Pellegrina, hizo de guía y ayudó durante la Misa: mientras que su esposa, Catalina Velasco, leyó la segunda lectura; y sus 5 pequeños hijos acercaron ofrendas al altar, vestidos con ponchos y boinas.
Antes de la Misa, la presidente de Misiones Rurales Argentinas, Dina Livingston, presidió la entrega de los premios anuales 'Ave María' a una maestra rural salteña, María Mercedes Páez, y a una joven misionera, Estefanía Sarde, de un grupo que evangeliza desde hace 10 años en Tucumán. "Luchando muchas veces con la soledad y las carencias, se entregan para que los chicos del campo puedan tener iguales oportunidades de educación, que les permitan aspirar a un futuro mejor", destacó.