El cardenal Sarah pide que los sacerdotes celebren la Misa «ad orientem» desde Adviento

El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Robert Sarah, afirmó que la liturgia "no trata de ustedes o de mí; no es donde celebramos nuestra propia identidad o logros, ni es para exaltar o promover nuestra propia cultura y costumbres religiosas locales", sino que es, ante todo "sobre Dios y lo que Él ha hecho por nosotros". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Adelante la Fe.

MIRANDO AL ESTE, EN VEZ DE HACIA LA CONGREGACIÓN.

El cardenal y prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Robert Sarah, pidió que todos los sacerdotes celebren la Misa 'ad Orientem', es decir, mirando al este, en lugar de hacia la congregación, a partir del 27 de noviembre próximo, el primer domingo de Adviento. "Es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientación común, de los sacerdotes y los fieles, mirando juntos en la misma dirección -hacia el este o al menos hacia el ábside- hacia el Señor que viene", enfatizó durante la apertura de la Conferencia Sacra Liturgiam 2016, que se realiza en Londres del 5 al 8 de julio. 

"Les pido implementar esta práctica siempre que sea posible. Serán necesarias prudencia y catequesis, pero pido a los sacerdotes que tengan confianza en que esto es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para nuestro pueblo. Su propio juicio pastoral determinará cómo y cuándo es posible, el cambio de orientación, pero tal vez a partir del primer domingo de Adviento de este año, cuando ponemos nuestra atención en 'el Señor que vendrá' y 'que no tardará'", sostuvo el actual presidente del Pontificio Consejo 'Cor Unum', al explicar lo que será un importante cambio para la celebración de las Misas, que fueron recibidas con un prolongado aplauso. 

Sarah indicó que Francisco le pidió iniciar un estudio para la "reforma de la reforma", un proyecto que se remonta al pontificado de Benedicto XVI,  que pretende adaptar las reformas litúrgicas que siguieron al Concilio Vaticano II y busca "enriquecer las dos formas del Rito Romano". "Se han colado algunas malinterpretaciones muy graves sobre la Liturgia gracias a una actitud que ha puesto al hombre en el centro de la Liturgia en lugar de a Dios. La liturgia no trata de ustedes o de mí; no es donde celebramos nuestra propia identidad o logros, ni es para exaltar o promover nuestra propia cultura y costumbres religiosas locales. La liturgia es, ante todo, sobre Dios y lo que Él ha hecho por nosotros", aseguró al citar al entonces cardenal Ratzinger, cuando indicó que "el olvido de Dios es el peligro más inminente de nuestra época".