Benedicto XVI celebra 65 años de sacerdote
El Papa emérito recordó en su discurso el término griego 'Eucharistomen' -gracias- que en 1951 le dijo un presbítero que se ordenó con él, y explicó que este lleva a una realidad de agradecimiento, a aquella nueva dimensión que Cristo dio. "Él ha transformado el agradecimiento, y así en bendición, la cruz, el sufrimiento y todo el mal del mundo", reflexionó.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Radio Vaticana y Terra.
ORDENADO JUNTO A SU HERMANO MAYOR, GEORG RATZINGER.
Benedicto XVI pidió "un mundo no de muerte, sino de vida; un mundo en el que el amor ha vencido la muerte", durante la celebración de sus 65 años de sacerdote, en la sala clementina del Palacio Apostólico Vaticano, junto a Francisco, quien presidió el acto, y varios miembros de la curia de Roma, quienes destacaron su herencia y aporte a la Iglesia, además de la dedicación a la fe católica que demostró a lo largo de su vida religiosa.
El Papa emérito recordó en su discurso el término griego 'Eucharistomen' -gracias- que hace 65 años le dijo un presbítero que se ordenó con él, y explicó que este lleva a una realidad de agradecimiento, a aquella nueva dimensión que Cristo dio. "Él ha transformado el agradecimiento y así en bendición la cruz, el sufrimiento y todo el mal del mundo". Asimismo, sostuvo que tendríamos que integrarnos en este "gracias" de Jesús, y así recibir realmente "la novedad de la vida y ayudar para la transustanciación del mundo: que no sea un mundo de muerte sino de vida: un mundo en el que el amor vence a la muerte". Por su parte, Francisco reiteró que Benedicto XVI "continúa sirviendo a la Iglesia, no deja de contribuir verdaderamente con vigor y sabiduría a su crecimiento".
Ratzinger, de 89 años, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, con su hermano mayor, Georg Ratzinger, en la catedral de Frisinga, al sur de Alemania, por parte del cardenal y por entonces arzobispo de Múnich, Michael von Faulhaber. En 1977 fue nombrado por Pablo VI arzobispo de Múnich y luego cardenal. En 1981 fue designado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por san Juan Pablo II, a quien sucedería al frente de la Iglesia a partir de 2005, cuando fue elegido papa. Desde su renuncia en febrero de 2013, reside en el monasterio "Mater Ecclesiae" del Vaticano.