Obispo Marino afirma que los buenos sacerdotes enseñan y guían con la doctrina de la Iglesia

El obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, afirmó a los sacerdotes que "el Evangelio debe ser nuestro continuo punto de referencia, nuestro espejo cotidiano", y exhortó a que "la oración incesante y la vida sacramental bien celebrada, sean el oxígeno y el alimento fuera del cual sintamos que languidecemos". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

"EL MUNDO NOS NECESITA, AUNQUE NOS IGNORE Y CRITIQUE".

El obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, aseguró que "los buenos pastores enseñan y guían con la doctrina, pero más aún con el ejemplo y la coherencia de sus vidas", dado que "configurados con Cristo, deben procurar tener un corazón como el suyo: fuerte en el coraje de la entrega por las ovejas; sensible y paciente, misericordioso y atento en la escucha de las miserias ajenas, procurando conjugar, sin nunca separar, verdad y compasión", con motivo del jubileo sacerdotal, el 3 de junio pasado. 

"El Evangelio debe ser nuestro continuo punto de referencia, nuestro espejo cotidiano. Que la oración incesante y la vida sacramental bien celebrada, sean el oxígeno y el alimento fuera del cual sintamos que languidecemos. El amor a la Iglesia y el desvelo por la comunión eclesial en el presbiterio, sean nuestro mejor signo de autenticidad como ministros de Cristo. En la fiesta del Sagrado Corazón, en este Jubileo sacerdotal, ha de servirnos para renovar nuestra conciencia acerca de nuestra responsabilidad eclesial. Mucho es lo que hemos recibido con la vocación. Mucho también lo que se nos pedirá", aseguró Marino. 

El prelado afirmó a los presbíteros que "el mundo nos necesita, aunque nos ignore y critique". "Llevemos a Cristo al mundo y no permitamos que el mundo se instale en nuestra mentalidad. Pensemos en la extrema gravedad de ciertas infidelidades, donde se pone en juego la salvación personal, el honor del mismo Cristo y la credibilidad de la Iglesia. Que el amor misericordioso de Cristo Buen Pastor nos libre de caer en ellas", indicó, al destacar que "hay muchos buenos sacerdotes, que escriben cada día silenciosamente, en la pura fe y en el compromiso de las obligaciones más ordinarias, verdaderas páginas de santidad". El obispo marplatense consideró que existe un "heroísmo oculto y cotidiano que no ocupa ni una línea en los periódicos, ni un segundo de televisión; Dios ama lo grande que ocurre en el silencio".