Cardenal Ezzati: «Que el Espíritu Santo venga a destruir el pecado»
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reflexionó sobre la realidad de tantas familias que "se construyen, no en el amor sino, en el egoísmo, en la búsqueda de sí mismos, más que en la comunión" y recordó a aquellos "niños que necesitan de un papá y de una mamá que los hagan crecer en un hogar unido".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Conferencia Episcopal de Chile.
EN LA SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS.
El cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, afirmó que necesitamos "que el Espíritu venga a destruir el pecado y venga reconstruir la vida personal y la vida social en el amor, en la comunión, en el perdón y en la solidaridad", al presidir la Misa por la Solemnidad de Pentecostés, al reflexionar sobre la realidad de tantas familias que "se construyen, no en el amor sino, en el egoísmo, en la búsqueda de sí mismos, más que en la comunión".
El prelado recordó a aquellos "niños que necesitan de un papá y de una mamá que los hagan crecer en un hogar unido". "Cuánta necesidad tenemos de que el Espíritu Santo venga a nuestra vida, que venga a destruir todos los gérmenes del mal, todos los gérmenes del egoísmo, del odio, de la insidia y haga crecer en nosotros esta semilla que hemos recibido del Bautismo y que es semilla de fraternidad, de solidaridad y amor. Tras la ruptura del pecado original, el Espíritu Santo vino a restaurar la comunión de los hijos con el Padre", aseguró.
"El Espíritu Santo viene enviado desde el Padre y del Hijo para refundar una creación nueva y para que los hombres sean capaces de dialogar nuevamente con Dios. Invoquemos al Espíritu Santo para que renueve la comunión que estamos llamados a vivir entre nosotros. No sometidos a la ley del egoísmo sino a la ley del amor. Para que suceda todo lo anterior tiene que haber de cada uno de nosotros una correspondencia que se logra con una actitud de escucha y docilidad a sus enseñanzas y con disposición para arrancar de nuestro corazón la cizaña del mal, de la división", sostuvo Ezzati.