Conferencia Episcopal Argentina interpela a pensar juntos un proyecto de país en el documento del Bicentenario de la Independencia

La Conferencia Episcopal Argentina aseguró que el texto "se trata de una reflexión pastoral para dar gracias por el legado que nos dejaron nuestros mayores, interpretar nuestro presente a la luz de nuestra fe y decir una palabra esperanzadora, siempre iluminada por el Evangelio". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

'TIEMPO PARA EL ENCUENTRO FRATERNO DE LOS ARGENTINOS'.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presidida por el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, exhortó a "estimular el diálogo desde un hecho histórico que nos dio origen como Nación" e interpela a los ciudadanos "a pensar juntos qué país queremos ser", en la presentación, el 12 de mayo pasado, del mensaje titulado 'Bicentenario de la Independencia. Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos', que está compuesto por una introducción y cinco capítulos.

"Se trata de una reflexión pastoral para dar gracias por el legado que nos dejaron nuestros mayores, interpretar nuestro presente a la luz de nuestra fe y decir una palabra esperanzadora, siempre iluminada por el Evangelio. Busca recrear el espíritu de la Asamblea de Tucumán de 2016 que inspiró a los legisladores la virtud de abrir el futuro para una Argentina fraterna y solidaria, pacificada y reconciliada, condiciones capaces de crear una Nación para todos. La tierra donde nacimos es símbolo de los brazos de Dios que nos han acogido en este mundo, y el pueblo del que formamos parte es una trama que nos contiene, nos otorga una identidad y un sentido de pertenencia", aseguró.

El primer capítulo del texto de la CEA es una reseña histórica sobre el "momento fundacional que estamos celebrando"; el capítulo dos presenta siete temas vinculados a la realidad política, económica y social del país; el tercero refleja algunos males que afectan a los valores sociales y a la vida íntegra de cada argentino; el cuarto se centraliza en la educación; mientras que en el último capítulo reitera el sentido del documento, al destacar las figuras de la futura beata Mama Antula y del beato Cura Brochero, que próximamente será proclamado santo.