Obispo Olivera: «La comunicación es un camino para amar a todos y no excluir a nadie»

El presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, Santiago Olivera, ehxortó a pedir a Dios "que todos los que trabajamos en la comunicación social nos transformemos en hombres y mujeres para el diálogo, sin excluir a nadie, porque Dios ama siempre, Dios ama a todos".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

50 JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES.

El obispo de Cruz del Eje y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, Santiago Olivera, aseguró que la comunicación es "un camino para amar siempre, amar a todos, y no excluir a nadie", en una reflexión en ocasión de la 50 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, donde invitó a leer el mensaje de Francisco que este año que lleva por lema 'Comunicación y Misericordia, un encuentro fecundo', donde el Papa recordó a toda la Iglesia que "estamos llamados a vivir la misericordia como un rasgo distintivo; nuestras palabras, gestos, actitudes, el cómo lo decimos y qué decimos debe expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para todos".

Olivera aseguró que "Francisco nos hace un llamamiento, sobre todo a los que tienen responsabilidades políticas, a las instituciones y los que tienen la responsabilidad de formar la opinión pública, para que estemos siempre atentos al modo de expresarnos cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta o a quienes hemos cometido errores". "Es fácil ceder a la tentación de aprovechar la situación y alimentar de ese modo, nos dice el Papa, la llama de la desconfianza, del miedo y del odio. Aún en el campo digital, muchas veces escondidos en ese nuevo modo de comunicación, por anonimato o cobardía, lo único que se logra es crear desconfianza y destruir las buenas relaciones entre los hombres y mujeres de nuestro tiempo", afirmó.

El prelado indicó que "Francisco nos dice que el entorno digital es una plaza, un lugar de encuentro donde se pueda acariciar o herir, tener una provechosa discusión o un linchamiento moral". "Pidamos al Señor que todos los que trabajamos en la comunicación social nos transformemos en hombres y mujeres para el diálogo, sin excluir a nadie, porque Dios ama siempre, Dios ama a todos, Dios no excluye a nadie. Ama siempre, ama a todos y no excluye a nadie, que ése sea también nuestro camino", consideró el prelado.