Francisco: «El clericalismo coarta iniciativas, esfuerzos y osadía de los laicos, necesarios para llevar la Buena Nueva del Evangelio»
El Papa aseguró que el clericalismo "poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.
"LLEVA A LA FUNCIONALIZACIÓN DEL LAICADO".
Francisco afirmó que el clericalismo "coarta iniciativas, esfuerzos y osadía de los laicos, necesarios para llevar la Buena Nueva del Evangelio", y que es "una de las deformaciones más fuertes" que debe afrontar la Iglesia en Hispanoamérica, en una carta dirigida al cardenal y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y el Caribe, Marc Ouellet, al sostener que el clericalismo "lleva a la funcionalización del laicado; tratándolo como 'mandaderos', que poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos".
"Hemos generado una elite laical creyendo que son laicos comprometidos solo aquellos que trabajan en cosas 'de los curas' y hemos olvidado, descuidado al creyente que muchas veces quema su esperanza en la lucha cotidiana por vivir la fe, cuando por el contrario no es el pastor el que le dice al laico lo que tiene que hacer o decir, ellos lo saben tanto o mejor que nosotros. No es el pastor el que tiene que determinar lo que tienen que decir en los distintos ámbitos los fieles. Evocar al Santo Pueblo fiel de Dios, es evocar el horizonte al que estamos invitados a mirar y desde donde reflexiona. Debemos reconocer que el laico por su propia realidad, por su propia identidad, por estar inmerso en el corazón de la vida social, pública y política, por estar en medio de nuevas formas culturales que se gestan continuamente tiene exigencias de nuevas formas de organización y de celebración de la fe", aseguró el Papa.
El Pontífice enfatizó que esto "nos ayuda a no caer en reflexiones que pueden, en sí mismas, ser muy buenas pero que terminan funcionalizando la vida de nuestra gente, o teorizando tanto que la especulación termina matando la acción". "Mirar continuamente al Pueblo de Dios nos salva de ciertos nominalismos declaracionistas que son bellas frases pero no logran sostener la vida de nuestras comunidades. Por ejemplo, recuerdo ahora la famosa expresión: 'es la hora de los laicos', pero pareciera que el reloj se ha parado. Por lo demás, a nadie han bautizado cura, ni obispo. Nos han bautizados laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar", sostuvo el obispo de Roma.