Francisco: «La Palabra de Dios enseña a distinguir entre el pecado y el pecador»
El Pontífice sostuvo que "como recuerda San Pablo: 'En Cristo, hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia, que Dios derramó sobre nosotros, dándonos toda sabiduría y entendimiento'".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.
"DIOS Y EL PECADO SE OPONEN RADICALMENTE".
Francisco afirmó que "la Palabra de Dios enseña a distinguir entre el pecado y el pecador", dado que "Dios y el pecado se oponen radicalmente", al reflexionar sobre la misericordia de Dios, en el Año Jubilar, en la Audiencia General durante la catequesis habitual de los miércoles, en la Plaza de San Pedro, el 21 de abril.
El Papa recordó que en el Evangelio "el fariseo no concibe que Jesús se deja 'contaminar' por los pecadores. Él piensa que si fuera realmente un profeta debería reconocerlos y tenerlos lejos para no ser contaminado, como si fueran leprosos. Esta actitud es típica de un cierto modo de entender la religión, y está motivada por el hecho que Dios y el pecado se oponen radicalmente. Pero la Palabra de Dios enseña a distinguir entre el pecado y el pecador", sostuvo el Pontífice.
"Como recuerda San Pablo: 'En Cristo, hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia, que Dios derramó sobre nosotros, dándonos toda sabiduría y entendimiento' (Ef 1,7-8). En este texto, el término 'gracia' es prácticamente sinónimo de misericordia, y es llamado 'abundante', es decir, más allá de nuestra expectativa, porque actúa el proyecto salvífico de Dios para cada uno de nosotros", indicó.