Presidente Andrzej Duda afirma que «Polonia es y seguirá siendo fiel a su herencia cristiana»

El Presidente de Polonia, Andrzej Duda, recordó que "en los momentos más oscuros, cuando nuestros enemigos intentaron destruir la Iglesia para demoler la base de la identidad polaca, el pueblo polaco desafió esta intención y abarrotó los templos en búsqueda de su sentido de comunidad y dio testimonio de la perenne sabiduría de la decisión un día tomada por nuestros padres". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

EN LOS 1050 AÑOS DEL BAUTISMO DE LA NACIÓN.

El Presidente de Polonia, Andrzej Duda, afirmó que el país "es y seguirá siendo fiel a su herencia cristiana, porque es en esta herencia que tenemos un fundamento fuerte y probado para el futuro" y citó a san Juan Pablo II al asegurar que "sin Cristo, uno no puede comprender la historia de Polonia", en un solemne discurso ante la Asamblea Nacional donde resaltó la importancia de la fe en la identidad y el destino del la nación europea, al cumplirse 1050 años del Bautismo de Polonia, ocurrido en 966.

"El Bautismo del Duque Mieszko I es el más importante evento en toda la historia del estado y la nación polacos. La decisión tomada por nuestro primer mandatario histórico ha predeterminado el futuro completo por venir a nuestro país. Desde ese momento, comenzamos a pensar y a hablar de nosotros mismos como 'nosotros, los polacos'. En los momentos más oscuros, cuando nuestros enemigos intentaron destruir la Iglesia para demoler la base de la identidad polaca, el pueblo polaco desafió esta intención y abarrotó los templos en búsqueda de su sentido de comunidad y dio testimonio de la perenne sabiduría de la decisión un día tomada por nuestros padres", aseguró el Presidente. 

El mandatario enfatizó que las celebraciones oficiales por el Bautismo de Polonia se centraron en la ciudad de Poznan por ser "la sede del primer Obispado en tierra polaca". Además, recordó la celebración del primer milenio del Bautismo, ocurrida después de 27 años de opresión atea por parte del régimen nazi y luego del régimen comunista, que llegó a "arrestar" una copia del ícono de Nuestra Señora de Jasna Gora y provocar a los fieles para boicotear la conmemoración. "Los polacos optaron por la fidelidad a la Iglesia, el amor auténtico a su patria y la esperanza de recuperar la libertad", aseveró Duda.