Arzobispo Aguer denuncia «la presión tremenda, invasiva, de una cultura descristianizada sobre los cristianos»

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, sostuvo que hay "una especie de persecución" con cosas que atraen, impresionan y hacen mal, puesto que "exhiben con desparpajo, como si fuera normal y bueno lo que debe ser reconocido como pecado". "Quien puede resistir es un mártir y sólo se puede resistir a costa de una gran fortaleza, no la mera fortaleza psicológica de un varón o una mujer", aseveró. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

"SE NOTA ESPECIALMENTE EN LOS JÓVENES".

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, lamentó la realidad del martirio que se vive en la actualidad, dado que se ejerce "la presión tremenda, invasiva, de una cultura descristianizada sobre los cristianos, que se nota especialmente en los jóvenes", al reiterar que "no sólo ha habido mártires en las primeras generaciones cristianas sino que hubo mártires a lo largo de la historia; en el siglo XX se efectuaron persecuciones atroces contra la Iglesia", en su reflexión televisiva, el 9 de abril pasado.

"El ansia de poder y de dinero que se exhibe impúdicamente, la lujuria que aparece en las noticias de espectáculos y en la farándula, a veces con la ridícula mezcla de políticos y vedettes y ese tipo de cosas. Todo eso también es una especie de persecución porque esas cosas atraen, impresionan enormemente, hacen mal en cuanto que exhiben con desparpajo, como si fuera normal y bueno lo que debe ser reconocido como pecado. Uno de los slogans que más oigo es: 'así hacen todos', 'así se hace ahora'. Se copia, se imita y las modas son implacables. Quien resiste también es un mártir, quien puede resistir es un mártir y sólo se puede resistir a costa de una gran fortaleza, no la mera fortaleza psicológica de un varón o una mujer", aseveró Aguer. 

El prelado platense afirmó que "es la fortaleza que viene de la gracia de Cristo, es la virtud de fortaleza". "Ese es el problema que se nos plantea, pero ese es también el paradigma que corresponde a la vida del cristiano. Si un cristiano, desde su Bautismo donde todo comienza, no está dispuesto a dar hasta la sangre por Jesucristo va a llegar algún momento en que corra el riesgo de renegar de Cristo. Si no hay una disposición para el martirio, para este martirio incruento, si no se es capaz de resistir y de oponerse y se pliega a lo que es contrario al Evangelio porque lo hacen todos, ya se corre el peligro de traicionar al Señor. ¿Y por qué no lo hago yo? Porque Jesús me dice que no, porque eso que se propone o que hacen todos va contra los 10 Mandamientos, contra del Sermón de la Montaña, contra el Evangelio, va en contra de lo que hicieron los santos", sostuvo.