Cardenal Müller: «Los católicos no tenemos ningún motivo para celebrar el 31 de octubre de 1517»
El Prefecto de la Congregación para la Doctrina y la Fe, Gerhard Müller, advirtió que "una protestantización de la Iglesia católica desde un pensamiento secular sin referencia a la trascendencia no nos puede reconciliar con los protestantes ni tan siquiera puede permitir un encuentro con el Misterio de Cristo".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: InfoCatólica.
V CENTENARIO DE LA REFORMA PROTESTANTE.
El cardenal y Prefecto de la Congregación para la Doctrina y la Fe, Gerhard Müller, aseguró que "estrictamente hablando, los católicos no tenemos ningún motivo para celebrar el 31 de octubre de 1517, es decir, la fecha que se considera como el inicio de la Reforma que condujo a la ruptura de la cristiandad occidental", en el libro 'Informe sobre la esperanza. Diálogo con el cardenal Gerhard Ludwig Müller', publicado por la BAC en España.
"Si estamos convencidos de que la Revelación se ha conservado íntegra e inalterada a través de la Escritura y la tradición en la doctrina de la Fe, en los Sacramentos, en la constitución jerárquica de la Iglesia por derecho divino, fundada sobre el sacramento del Orden sagrado, no podemos aceptar que existan motivos suficientes para separarse de la Iglesia. Los miembros de las comunidades eclesiales protestantes consideran este evento desde otra óptica, pues piensan que es la ocasión adecuada para celebrar el redescubrimiento de la 'palabra pura de Dios', presuntamente desfigurada a través de la historia por tradiciones meramente humanas", aseveró al cumplirse en 2017 el V centenario del inicio del protestantismo.
Müller recordó que "los reformadores protestantes concluyeron hace quinientos años que algunos jerarcas de la Iglesia no solo eran moralmente corruptos, sino que habían distorsionado el Evangelio y, en consecuencia, habían bloqueado el camino de Salvación de los creyentes hacia Jesucristo; y para justificar la separación, acusaron al Papa, presuntamente la cabeza de este sistema, de ser el Anticristo". Sobre la situación actual del ecumenismo con los protestantes, advirtió que "una protestantización de la Iglesia católica desde un pensamiento secular sin referencia a la trascendencia no nos puede reconciliar con los protestantes ni tan siquiera puede permitir un encuentro con el Misterio de Cristo, pues en Él somos depositarios de una Revelación sobrenatural a la que todos nos debemos desde la completa obediencia del intelecto y de la voluntad".