Francisco: «La resurrección de Jesucristo cumple plenamente la profecía»

El Papa, que no pronunció homilía en la Misa del Domingo de Pascua, leyó su Mensaje Pascual e impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, en la que manifestó su "cercanía a las víctimas del terrorismo, en Bélgica, Turquía, Nigeria, Chad, Camerún y Costa de Marfil". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

BENDICIÓN URBI ET ORBI.

Francisco aseguró que "la resurrección de Jesucristo cumple plenamente la profecía del Salmo: 'La misericordia de Dios es eterna', su amor es para siempre, nunca muere", al presidir la Misa de la Pascua de Resurrección, en la Plaza de San Pedro, donde no pronunció la homilía, sino que solo leyó su Mensaje Pascual e impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi-a la ciudad y al mundo- desde el balcón central de la Basílica, el 27 de marzo. 

El Pontífice expresó su cercanía "a las víctimas del terrorismo, esa forma ciega y brutal de violencia que no cesa de derramar sangre inocente en diferentes partes del mundo, como ha ocurrido en los recientes atentados en Bélgica, Turquía, Nigeria, Chad, Camerún y Costa de Marfil; que lleve a buen término el fermento de esperanza y las perspectivas de paz en África; pienso, en particular, en Burundi, Mozambique, la República Democrática del Congo y en el Sudán del Sur, lacerados por tensiones políticas y sociales". 

"Con nuestros hermanos y hermanas perseguidos por la fe y por su fidelidad al nombre de Cristo, y ante el mal que parece prevalecer en la vida de tantas personas, volvamos a escuchar las palabras consoladoras del Señor: No tengáis miedo. ¡Yo he vencido al mundo! Hoy es el día brillante de esta victoria, porque Cristo ha derrotado a la muerte y su resurrección ha hecho resplandecer la vida y la inmortalidad", sostuvo. "Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor; su Hijo, Jesús, es la puerta de la misericordia. Que su mensaje pascual se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común", exhortó el Papa.