Obispo de Posadas: «Para ser cristianos hace falta vivir el don de la fe en la vida diaria»

El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, afirmó que "la fe nos implica en la cotidianidad silenciosa, en nuestros criterios, cuando obramos discerniendo qué está bien y qué está mal", y que "el mayor logro del demonio, seguramente, es haber eliminado la palabra pecado y hacernos creer que el mal no existe". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

"ASÍ VIVIÓ SAN JOSÉ".

El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, afirmó que "para ser cristianos hace falta vivir el don de la fe en la vida diaria", dado que de modo especial "nuestro tiempo necesita varones y mujeres que vitalicen el don de la Fe, para que nuestra sociedad pueda oxigenarse en la esperanza, tenemos que vitalizarlo nosotros poniendo criterios virtuosos", en la Misa por la Solemnidad de San José, patrono de la capital de Misiones, en la catedral metropolitana, el 19 de marzo pasado. 

Martínez recordó la historia de evangelización de la provincia y la primera fundación realizada por Roque González de Santa Cruz en Posadas, y aseguró que "esta historia de fe, fue transitando los siglos, y a fines del siglo XIX la presencia de San José fue muy fuerte", dado que "cuando se empezó a realizar esta segunda fundación, cuando aquí se hizo, en este mismísimo lugar, la primera capilla, que tenía en ese momento la ciudad, la ciudad empezaba a nacer, y tuvo la advocación de San José". "La figura de San José tiene mucho para enseñarnos: tuvo que cuidar del hogar de Nazaret y si bien no tiene tantas presencias en los textos bíblicos, sin embargo su presencia fue una presencia de fe, una presencia profunda, silenciosa, pero una presencia que hace entender cómo tenemos que vivir este don de la fe", enfatizó el prelado. 

"Fue la fidelidad de lo cotidiano lo que lo caracterizó y tuvo momentos muy duros y situaciones que no fueron fáciles, y ahí aparece el tema de la fe. La fe nos implica en la cotidianidad silenciosa, del día a día, de todos los días, en nuestros criterios, cuando obramos discerniendo qué está bien y qué está mal, y sabiendo que lo que está mal, no puede ser una opción nuestra, tenemos que discernir el bien y el mal, el mayor logro del demonio, seguramente, es haber eliminado la palabra pecado y hacernos creer que el mal no existe. Seguramente por eso es que cuando miramos a nuestro alrededor, vemos seguramente muchas estructuras de pecado, mafias, corrupción, cosas que nos duelen, y por ahí se llaman cristianos. Con dolor tenemos que decir que para poder ser cristianos, hace falta vivir el don de la fe en la vida diaria, en nuestras opciones, en nuestros criterios. Así vivió San José", sostuvo.