Benedicto XVI: «Sin la preocupación por la salvación la fe pierde su fundamento»

El Papa Emérito recordó que "los misioneros del siglo XVI estaban convencidos de que la persona no bautizada se perdía para siempre", y afirmó que "este supuesto cambio del dogma ha llevado a una pérdida del fervor misionero en la Iglesia", dado que "se eliminó cualquier motivación para un compromiso misionero futuro".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Adelante la Fe.

CONCEDE ENTREVISTA A 'AVVENIRE".

Benedicto XVI afirmó que "sin la preocupación por la salvación la fe pierde su fundamento", al recordar la convicción católica anteriormente indispensable de la posibilidad de la pérdida de la salvación eterna, o que la gente vaya al infierno, el 16 de marzo pasado, en una entrevista con Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, en la que reflexionó sobre una "profunda crisis de dos caras" con la que la Iglesia se enfrenta tras el Concilio Vaticano II. 

"Los misioneros del siglo XVI estaban convencidos de que la persona no bautizada se perdía para siempre. Después del  Concilio Vaticano II, esta convicción fue definitivamente abandonada. Sin esta atención a la salvación, la fe pierde su fundamento. La Iglesia no está hecha a uno mismo, que fue creada por Dios y se forma continuamente por Él. Esto se manifiesta en los sacramentos, sobre todo en el del bautismo: entro en la Iglesia, no por un acto burocrático, sino con la ayuda de este sacramento. Siempre necesitamos la gracia y el perdón", aseguró, al indicar que hay una 'profunda evolución del dogma', con respecto al dogma de que no hay salvación fuera de la Iglesia. Aseveró que "este supuesto cambio del dogma ha llevado a una pérdida del fervor misionero en la Iglesia", dado que "se eliminó cualquier motivación para un compromiso misionero futuro". 

El Papa Emérito sostuvo que tras ello surgió la pregunta penetrante que surgió después de este cambio palpable de la actitud de la Iglesia. "¿Para qué tratar de convencer a la gente a aceptar la fe cristiana cuando se pueden salvar incluso sin ella?", lamentó. Asimismo, enfatizó que como otras consecuencias de esta nueva actitud de la Iglesia, los católicos mismos están  menos unidos a su fe. "Si existen  aquellos que pueden salvar sus almas con otros medios, ¿para qué los cristianos se sujetan a la necesidad de la fe cristiana y su moral? Pero si la fe y la salvación no son más interdependientes, incluso la fe se vuelve menos motivante. Incluso menos aceptable es la solución propuesta por las teorías pluralistas de la religión, para lo cual todas las religiones, cada una a su manera, serían vías de salvación y, en este sentido, debe considerarse equivalente en sus efectos.