Vallejo Balda: «Tenía miedo, me sentía amenazado, ella decía que era del servicio secreto»

Lucio Ángel Vallejo Balda comenzó su defensa en el proceso denominado Vatileaks II, sobre la fuga de documentos reservados de la Santa Sede, y acusó a la también imputada Francesca Immacotata Chaouqui de haber tratado de manipularlo y controlarlo con "amenazas" y "presiones".

Autor: VenL. / Fuente: Vatican Insider

JUICIO EN EL VATICANO POR VATILEAKS II.

La audiencia comenzó ayer con algunas peticiones del abogado defensor de Chaouqui y, después de una sesión de consejo de alrededor de media hora, el tribunal vaticano estableció la adquisición de una carta al Papa en la cual Chaouqui pedía que la liberaran del secreto pontificio para defenderse mejor y de los certificados médicos sobre el peligro de un parto prematuro, además de la adquisición de una querella contra el periodista español Gabriel Ariza, director de 'InfoVaticana', que habría sido el motivo del nuevo arresto de Vallejo Balda, que estaba en arresto domiciliario, para evitar la contaminación de las pruebas.

El colegio  también confirmó a la abogada de Vallejo Balda, Emanuela Bellardini, que su asistido habría podido contaminar las pruebas, aunque la documentación examinada se relacione con el periodo que va de marzo de 2013 a mayo de 2015. Y también rechazó el legítimo impedimento que pidió el abogado de Nuzzi, quien hoy tiene que presentarse a otra audiencia penal en el tribunal de Milán. Nuzzi, pues, resulta contumaz, pero podrá volver durante el proceso.Durante su larga deposición, Vallejo, que contaba con la ayuda de un intérprete del español al italiano, respondió primero a las preguntas de los acusadores y después a las de su mismo abogado defensor. "En forma general", el sacerdote confirmó lo que había afirmado en los interrogatorios a los que lo sometió la policía, además de un memorandum depositado hace algunos meses, pero precisó que no lo había escrito solo, sino que lo ayudaron.

Durante su deposición, Vallejo Balda indicó que varios empleados, Abbondi, Fralleoni, Monaco, de la Prefectura de Asuntos Económicos, de la que era Secretario, identificaron en la asociación con Chaouqui y Nicola de Maio, asistente del mismo Vallejo Balda, una especie de "comisión oscura" o "supercomisión secreta" antes de que fuera creada la comisión sobre las finanzas vaticanas, por voluntad de Papa Francisco. Vallejo Balda contestó que había recogido la documentación sin dejar huellas, confirmó el robo que se llevó a cabo en la Prefectura en marzo de 2014 e indicó que la comisión le pidió al Papa poder conservar la propia documentación en la habitación 127 de la Casa Santa Marta.

Vallejo Balda acusó a Francesca Chaouqui de haber tratado de manipularlo y controlarlo con "amenazas" y "presiones", dijo que la mujer afirmaba que era la "número dos" del servicio secreto italiano, se refirió a un almuerzo con Luigi Bisignani, Paolo Berlusconi y Gianni Letta, y aseguró que Chaouqui habría también planteado la hipótesis de pedir ayuda a la "mafia". Acusó de la misma manera al esposo de Chaouqui, Corrado Lanino, técnico informático de la comisión.

Vallejo también afirmó que la mujer habría asumido una actitud "seductora" con él, y que la situación, siendo un sacerdote, lo habría comprometido. Dijo que tuvo «miedo» por su integridad debido al "mundo" de Chaouqui. Según Vallejo Balda, Fittipaldi le dijo que también Nuzzi formaba parte de aquel mundo. Y admitió que entregó los documentos a los periodistas, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, pero hizo diferencias sobre ambos. Según Vallejo Balda, Fittipaldi estaba al tanto de algunas cuestiones, como algunos casos relacionados con el cardenal australiano George Pell, y dijo que comenzó a tener sospechas sobre el papel de Nuzzi (al quien había entregado el acceso a 85 cuentas con las cuales poder acceder a los documentos reservados).