Francisco inicia Ejercicios Espirituales dirigidos por el Padre Ronchi

El sacerdote de la Orden de los Siervos de María Ermes Ronchi dirige el retiro del que participan el Papa y los miembros de la Curia Vaticana, a partir de diez preguntas tomadas del Evangelio. El presbítero explicó que la propuesta para estos días es detenerse en escucha ante las preguntas de Dios, no para interrogarlo sino para dejarse interrogar por Él.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

JUNTO A LA CURIA VATICANA.

Francisco y los miembros de la Curia del Vaticano realizan ejercicios espirituales, en la Casa Divino Maestro, en la localidad italiana de Ariccia, que comenzaron el 6 de marzo y se realizarán hasta el 11 de marzo próximo, dirigidos por el sacerdote de la Orden de los Siervos de María Ermes Ronchi a partir de diez preguntas  tomadas del Evangelio. El retiro, que comenzó con la adoración eucarística y el rezo de las vísperas, tuvo una primera meditación titulada '¿Que buscan?' (Jn 1, 38). 

El presbítero explicó que la propuesta para estos días es detenerse en la escucha ante las preguntas de Dios, no para interrogarlo sino para dejarse interrogar por Él. "Todo hombre busca a un Dios atrayente. Dios puede morir de aburrimiento en nuestras iglesias. Devolvámosle su rostro solar, un Dios deseable del que gustar y gozar. Será como beber de las fuentes de la luz, en las orillas del infinito. ¿Qué buscan? ¿Por quién caminan? Busco a un Dios deseable camino por uno que hace feliz el corazón", reflexionó. Al día siguiente, las meditaciones se centraron en dos preguntas: '¿Por qué tienen miedo, no tienen fe?' (Mc, 4, 40)  y 'Ustedes son la sal de la tierra. ¿Pero si la sal pierde sabor, luego será salada con qué?' (Mt, 5, 13).

"El miedo y la fe son las dos antagonistas que se disputan eternamente el corazón del hombre. La Palabra de Dios, de un lado al otro de la Biblia, consuela y basta, repitiendo infinitas veces: no teman, ¡no tengan miedo!. Creen en un Dios que roba libertad y no que ofrece posibilidades, se cree en un Dios al que le importa su ley y no la alegría de sus hijos, un Dios con mirada juzgante que hace huir en vez de generar que se corra a su encuentro, en el fondo alguien de quien uno no se fía", sostuvo, y aseveró que "tal vez pensábamos que el Evangelio habría resuelto los problemas del mundo o al menos que las crisis y la violencia disminuirían, pero no es así", dado que "el Evangelio ha traído consigo rechazo, persecuciones, otras cruces: pensamos en las cuatro hermanas asesinadas en Aden", en referencia a las Misioneras de la Caridad asesinadas en Yemen el 4 de marzo pasado.