Sevilla rechaza propuesta laicista institucional que pretendía separar al ayuntamiento de la religión
La moción rechazada implicaba medidas como que los concejales dejen de asistir a los cultos en su calidad de representantes y que los actos municipales prescindan de connotaciones religiosas, además de plantear que todos los actos organizados por el ayuntamiento sean "exclusivamente civiles y sin connotaciones ni simbologías religiosas".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Actuall.
TRAS LA MOVILIZACIÓN CIUDADANA.
El Ayuntamiento de Sevilla, a cargo de Juan Espadas del Partido Socialista Español (PSOE), en una sesión ordinaria rechazó la propuesta laicista institucional con la que se pretendía separar el municipio de la religión, el 26 de febrero pasado, tras un tenso debate por una moción que fue promovida por IU-CA y respaldada por el partido político Participa, perteneciente a Podemos.
La moción, que estaba consensuada con la plataforma Sevilla Laica, implicaba medidas como que los concejales dejen de asistir a los cultos en su calidad de representantes de la ciudadanía y que los actos municipales prescindan de connotaciones religiosas, además de plantear que todos los actos organizados por el ayuntamiento sean "exclusivamente civiles y sin connotaciones ni simbologías religiosas" y que el Consistorio no invite a éstos a los representantes eclesiásticos ni los considere autoridad pública.
Exigían al ayuntamiento que no mantenga más su presencia, ni como institución ni a través de sus representantes públicos, en cualquier acontecimiento o manifestación religiosa, lo que implica el cese de las invitaciones que se hacen desde Alcaldía a estos actos y la reserva de espacios para los grupos municipales en misas, procesiones u otros eventos de cualquier confesión. Frente a la moción, se convocó a una concentración a través de la aplicación de mensajería WhatsApp en las puertas del municipio para exponer que la propuesta pretendía "retirar nombres religiosos de calles como Santa Ángela de la Cruz y otras, además de la prohibición de que los ediles asistan a cualquier culto" y que tenía 8 puntos "en contra de las tradiciones que perviven en Sevilla a lo largo de siglos".