Declaran a Gambia país islámico

El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, declaró al país un "Estado islámico" y aseguró que esta medida no restringe a los cristianos "su libertad para practicar su fe", pero los fieles en el país africano se ven amenazados. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Ayuda a la Iglesia Necesitada

MAURITANIA ERA EL ÚNICO EN ÁFRICA.

El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, declaró al país un "Estado islámico", el 18 de febrero, cuando la pequeña república africana, considerada una de las naciones más pobres del mundo con 1.700.000 habitantes, celebraba su 51 aniversario de creación. Mauritania era el único hasta entonces el único estado islámico en el continente. En diciembre pasado, el mandatario sostuvo que 9 de cada 10 ciudadanas eran musulmanes. Pese a que Jammeh aseguró a los cristianos que esta declaración no restringe su libertad para practicar su fe, los fieles se ven amenazados. ​

"Aceptar la religión de Alá como única fe y forma de vida no es negociable. En línea con la identidad y los valores religiosos del país, yo proclamo Gambia como un Estado islámico", sostuvo Jammeh al seguir el ejemplo de Pakistán, Irán, y Mauritania, países con los que comparte este estatus. El líder de la oposición del Partido de Reconciliación Nacional, Hamat Bah, aseveró que "hay una cláusula constitucional que dice que Gambia es un Estado laico, no se puede hacer una declaración de ese tipo sin tener que pasar a través de un referéndum". 

"Los cristianos deben ser respetados, y la forma en que celebran la Navidad o lo que sea, puede continuar. En la relación entre las religiones, nadie tiene el derecho de interferir en la vida de la otra", afirmó, pero sin embargo la medida contradice la declaración de Marrakech, firmada en enero de 2016 por más de 200 líderes islámicos de todo el mundo, a favor de garantizar la libertad religiosa para los no musulmanes en los países de mayoría musulmana. El mandatario intentó rebajar el tono de su declaración, pero unas semanas después emitió una orden ejecutiva para que las funcionarias se tapen el pelo. La ley duró sólo una semana, ya que los grupos de la oposición se manifestaron, al provocar que Jammeh abandonara la iniciativa y que las mujeres puedan trabajar sin cubrirse la cabeza.