Arzobispo de Tucumán: «En el campo educativo hay no pocos intereses de borrar a la Iglesia Católica»
El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, aseguró que "la Iglesia ha mostrado siempre un interés en promover la educación". "No nos olvidemos que a un siglo había universidades. Es muy importante que los docentes tengan esto en cuenta", argumentó el prelado.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Redacción VenL.
"ARGENTINA NO SE EXPLICA SIN LA IGLESIA".
El arzobispo de Tucumán y miembro de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Alfredo Zecca, denunció que "en el campo educativo hay no pocos intereses de borrar a la Iglesia Católica", e indicó que la educación es el único camino para construir una país en serio y que el Bicentenario es una gran oportunidad para superar posiciones extremas, en una entrevista con 'Mapa Educativo', en marco del 53 Curso de Rectores, que se realizó en la provincia, a comienzo de febrero.
Los desafíos de la educación en el Bicentenario.
"Los desafíos son múltiples, pero quisiera hacer pie sobre todo en la dimensión histórica. El Bicentenario tiene que ser la ocasión para que bien plantados en el presente sepamos recoger creativamente nuestro pasado para de modo real proyectarnos hacia el futuro. Los pueblos que pierden la memoria son pueblos que no tienen destino en el fondo. Si uno se queda anclado en el pasado se anquilosa, pero si uno se quiere proyectar a futuro y no sabe quién es, no descubre su rostro que es dinámico, pero siempre es el mismo, entonces tampoco puede recoger nada. Creo que es importante que uno haga hincapié en esto.
El lema del Congreso Eucarístico Nacional es 'Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos'. No podemos olvidarnos que también en el campo educativo hay no pocos intereses de borrar a la Iglesia Católica. En esto hay que ser muy claros. Yo de eso tengo plena conciencia. Vengo de España, donde la cosa más o menos es la misma. Verdaderamente lo que hay que decir es que la historia argentina no se explica sin la Iglesia, la educación argentina tampoco se explica sin la Iglesia. No hay institución donde no tenga que meter a la Iglesia. Este país no se explica sin ella, imposible explicarlo. No sólo los 200 años, sino que toda la evangelización previa del momento de la conquista, con sus luces y sombras, con todo. Aquí no es cuestión de tener que pedir perdón por la evangelización, de juzgar con los criterios de hoy aún la misma conquista, que hubo de todo.
La Iglesia ha mostrado siempre un interés en promover la educación. No nos olvidemos que a un siglo había universidades. La Iglesia ha estado presente en la historia de estos pueblos siempre. Es muy importante que los docentes tengan esto en cuenta. Trabajar este eje histórico es muy importante, trabajarlo con equilibrio. Acá no hay que ser indigenista, ni hispánico. Acá no se trata de eso. Hay que poner equilibrios. Hay que darse cuenta que la interculturalidad es importante en la medida en que las culturas están por su propia naturaleza abiertas a integrarse. A veces se tiene una concepción falsa de la cultura: tengo que hacer que el pueblo originario vuelva al estado original como si acá no pasó nada. Eso es falso, errado y algunas veces malicioso, con intereses políticos, dado que un pueblo que se repliega es un pueblo que no avanza. El que conoce el aspecto cultural, sabe que los pueblos tienen apetito de juntarse, y es en el encuentro creativo donde van evolucionando. Aquí hay que defender muchos valores, hay que defender valores de argentinidad, los valores de la patria. Hay que defender en justicia muchos atropellos que siguen sufriendo pueblos, que son llamados originarios. La Iglesia tiene que defender esos derechos, pero no debemos dejarnos engañar por algunos pícaros que quieren utilizarlo para dejarlos en el enclave del pasado y aprovecharse de ellos para hacer grandes negocios, y de paso borrar la actuación de la Iglesia.
Acá hay que ser muy lucidos y llamar a las cosas por su nombre. Esto deben entenderlo nuestros docentes. Tenemos que trabajar con los docentes. No es que yo menosprecie de los planes de reforma curricular que se pueden hacer en los ministerios o en los gabinetes de trabajo. Acá el desafío es trabajar con el que está en el aula. Los planes puramente teóricos no sirven. Yo lo tengo comprobado a eso. Tengo más de 30 años de docente, estoy jubilado. He sido maestro de primaria. De manera que tengo recorrido todo, de la primaria hasta la universidad. No es que sea ningún especialista eximio en las cosas porque me he dedicado a otras cosas y sobre todo al ámbito universitario. Toda mi vida ha estado vinculado a la docencia. Por eso creo que es una tarea nobilísima, y que la educación es claramente el futuro, esto no se trata solamente de decirlo, se trata de llevarlo a la obra. De nada sirve que gastemos el 6% del Producto Bruto Interno (PBI) si estamos mal y después no tenemos buenos resultados, o sino promovemos a nuestros docentes. Acá tenemos que colaborar todos, las autoridades nacionales y provinciales, los sindicatos, los docentes, los directivos. Todos tenemos que colaborar porque somos protagonistas de esto que llamamos educación".