Arzobispo de Ottawa advierte que quienes pidan eutanasia no recibirán Unción de Enfermos
El arzobispo de Ottawa, Terrence Prendergast, sostuvo que los sacerdotes no podrían cooperar o acompañar este procedimiento letal dado que se encuentra "en directa contradicción con los valores católicos". "Pedir ser asesinado es un rechazo a la esperanza que el rito pide y busca traer en medio de la situación", aseveró.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.
"CARECEN DE ADECUADA DISPOSICIÓN".
El arzobispo de Ottawa, Terrence Prendergast, advirtió que quienes soliciten eutanasia de acuerdo con la nueva legislación de Canadá no recibirán la Unción de los Enfermos, dado que una persona que pide que se ponga fin a su vida "carece de la adecuada disposición" para contar con los auxilios de la Iglesia para una buena muerte. Reiteró que el suicidio es un pecado grave y que los sacerdotes no podrían cooperar o acompañar este procedimiento letal dado que se encuentra "en directa contradicción con los valores católicos y no es justo con el pastor".
"Por supuesto que un párroco intentará disuadir a un paciente de solicitar el suicidio y orará por él y su familia, pero pedirle que esté presente es en efecto pedirle que perdone un pecado serio. Pedir ser asesinado es gravemente desordenado y es un rechazo a la esperanza que el rito pide y busca traer en medio de la situación", aseguró el prelado sobre este, que como los demás sacramentos requiere una preparación espiritual que no se encuentra en quien pretende suicidarse. Los obispos de Alberta sostuvieron anteriormente que nadie puede ser perdonado "con anticipación por algo que va a hacer, como pedir el suicidio asistido cuando el suicidio es un pecado grave".
El arzobispo de Montreal, Christian Lépine, afirmó que "cuando alguien pide la presencia de un sacerdote, cualquiera que sea la situación, uno dice siempre que sí", pero pasa una situación similar con la persona que encuentra a alguien a punto de saltar de un puente y debe hacer todo lo posible por evitar que salte. "Es lo mismo con los enfermos terminales. El enfoque de la visita del sacerdote sería entonces la promoción del carácter sagrado de la vida desde la concepción hasta la muerte natural", enfatizó el prelado, quien además anticipó que la legislación plantea desafíos especiales a los capellanes de los hospitales.