«Por cada monje budista asesinado quemaremos una mezquita»

El líder de los monjes radicales de Tailandia, Maha Aphichat, aseveró que "Buda defendía la compasión", pero no pueden seguir dejando que los maten, frente a la pésima relación que mantienen con los musulmanes y los ataques islamistas en el país. En Tailandia, el 90% de la población es budista, pero las provincias del sur agrupan a una minoría musulmana de origen malayo, que mantiene una reivindicación nacionalista de larga data.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: InfoCatólica.

RADICALIZACIÓN RELIGIOSA EN TAILANDIA.

El líder de los monjes radicales de Tailandia, Maha Aphichat, aseveró que no pueden "tener compasión con los musulmanes, porque son unos asesinos" y que "por cada monje budista asesinado" quemarán "una mezquita", tras la pésima relación con los musulmanes y los ataques islamistas en el país. Aphichat difundió en Facebook sus mensajes con ideología excluyente promovida por radicales en Myanmar y Sri Lanka, que él mismo admite que contradice los principios del budismo, y que lo llevó a enfrentarse con militares.

"Sí, Buda defendía la compasión, pero no podemos seguir dejando que nos maten. Un soldado tiene que matar para defender a su país. Por cada monje budista asesinado, quemaremos una mezquita. Si esa gente creen que sólo se trata de una amenaza, que se atrevan y verán cual es nuestra respuesta. Hasta ahora los budistas hemos sido palomas. Necesitábamos un halcón. Yo lo soy", aseveró el budista tailandés. en el Wat Benchamabophit, el llamado 'Templo de Mármol'. Actualmente, el recinto religioso, uno de los más populares de la capital tailandesa, está adornado por pancartas que promueven la organización 'Conociendo a Buda', que pretende establecer un código de conducta que penalice comportamientos como los tatuajes con la figura del creador de esta fe o la utilización de su nombre en clubes como el famoso Buda Bar, pero de modo principal las acciones de la insurgencia del Islam en el sur del país desde 2004. En Tailandia, el 90% de la población es budista, pero las provincias del sur agrupan a una minoría musulmana de origen malayo, que mantiene una reivindicación nacionalista de larga data. "En estos años han asesinado a 19 monjes, han herido a otros 25 y han quemado un templo. Un monje murió quemado en ese suceso. El gobierno ha demostrado que es incapaz de remediar esta situación. Por eso tenemos que defendernos. Tenemos que frenar su expansión. Quieren apoderarse del país. No les vamos a dejar construir ni un sólo templo más en las provincias budistas", sostuvo Aphichat.

El experto en budismo y columnista del medio local Matichon, Vichak Panich, aseguró que una medida inédita en la historia reciente de Tailandia "podría llevar a la limitación de libertades y a permitir que se persiguiera a personas que piensan de forma diferente bajo el supuesto de que han insultado al budismo". El 15 de febrero, miles de monjes y simpatizantes se concentraron en la provincia de Nakhon Pathom, al oeste de la capital tailandesa, para repetir esa petición y protestar por lo que considera una intromisión de la Junta militar en la designación del próximo líder de la institución que rige el budismo local, conocida como Sangha. La marcha de los religiosos concluyó con una pequeña pelea entre monjes y uniformados. Las inusuales imágenes se convirtieron en la portada de todos los diarios locales y causaron una auténtica conmoción en las redes sociales.