Arzobispo greco-católico de Ucrania destaca la «humildad del Santo Padre» en su encuentro con Kirill

El arzobispo mayor de Kiev, Sviatoslav Shevchuk, aseveró que la Declaración Común entre Francisco y el Patriarca de Moscú es un "texto en general positivo" pero que los puntos relativos a Ucrania y, en particular, a la Iglesia griego- católica "crea más preguntas que respuestas". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.

"BUSCA SÓLO LLEVAR EL EVANGELIO DE CRISTO".

El arzobispo mayor de Kiev, Sviatoslav Shevchuk, destacó la humildad del Papa en su encuentro con el Patriarca de Moscú, en el que buscó "llevar el testimonio del Evangelio de Cristo ante la humanidad de hoy", que se realizó en La Habana el 12 de febrero pasado. Sostuvo que "si no entramos en la realidad espiritual del Santo Padre y no percibimos con él las acciones del Espíritu Santo, permaneceremos atrapados en los principios de este mundo y sus seguidores", al advirtir que "esto se convertirá en una reunión que sucedió y no ocurrió". Además, lamentó que el Patriarcado de Moscú reiteró antes de la reunión histórica que la Iglesia greco-católica es el mayor obstáculo para el acercamiento de los ruso-ortodoxos y católicos. 

El prelado ucraniano afirmó que la Declaración Común entre Francisco y Kirill es un "texto en general positivo", que "plantea cuestiones que se refieren tanto a católicos como ortodoxos, y abre nuevas perspectivas para la cooperación", pero aseveró que los puntos relativos a Ucrania y, en particular, a la Iglesia griego- católica "crea más preguntas que respuestas". "Para un documento que se supone no teológico, sino esencialmente político-social, es difícil imaginar un tema, más débil que el que redactó en este texto", denunció el arzobispo, al hacer alusión al Jefe del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Rusia el metropolitano ortodoxo Hilarion y el cardenal Koch, del Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos, quien es "competente en cuestiones teológicas en las relaciones con las diversas Iglesias y comunidades cristianas, pero no es un experto en cuestiones de política internacional, especialmente en temas sensibles como la agresión rusa a Ucrania", indicó. "Parece que no hay más objeción a nuestro derecho a existir. De hecho, para existir y actuar, no estamos obligados a pedir permiso a nadie. En el pasado hemos sido acusados ​​de expansión en el territorio canónico del Patriarcado de Moscú y ahora nuestros derechos para cuidar de nuestra gente siempre que lo necesiten es reconocido", enfatizó sobre el el párrafo 25 de la Declaración Conjunta, se habla con respecto a la iglesia griega-ucraniana reconocida como sujeto de las relaciones entre la Iglesia católica y la ortodoxa. 

"El punto 26 de la Declaración Conjunta es el más polémico. Uno tiene la impresión de que el Patriarcado de Moscú rehúsa reconocer que es parte del conflicto, que apoya abiertamente la agresión de Rusia contra Ucrania y bendice a las acciones militares de Rusia en Siria como una 'guerra santa'. La Iglesia y organizaciones religiosas en Ucrania nunca han apoyado la guerra y trabajan constantemente por la paz y la armonía social. Indudablemente este texto ha suscitado profunda decepción entre muchos de los fieles de nuestra Iglesia y entre los ciudadanos conscientes de Ucrania. Me he puesto en contacto con muchos que me dicen que se sienten traicionados por el Vaticano, decepcionados por las medias verdades del texto y el apoyo indirecto de la Santa Sede a la agresión contra Ucrania. De todos modos, animo a nuestros fieles no dramatizar esta declaración y no exagerar su importancia en la vida de la Iglesia. Hemos experimentado varias declaraciones y sobreviviremos incluso a esta. La unión y comunión con el Santo Padre, el sucesor de Pedro, no es el resultado de un acuerdo político o de un compromiso diplomático, sino una cuestión de nuestra fe", aseveró Shevchuk.