Exhiben el sepulcro donde fue enterrado san Pablo

La exhibición pública del sepulcro de la vía Ostiense es parte integrante de una necrópolis que aún permanece sepultada e inexplorada en la que, según la tradición, fue enterrado el Apóstol San Pablo, tras ser decapitado por Nerón. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Religión Digital.

POR EL AÑO DE LA MISERICORDIA.

Desde el 30 de enero se realiza la exhibición pública del sepulcro de la vía Ostiense, parte integrante de una necrópolis que aún permanece sepultada e inexplorada en la que, según la tradición, fue enterrado el Apóstol San Pablo, por el Año de la Misericordia convocado por Francisco hasta el 20 de noviembre. Las visitas al yacimiento arqueológico que se encuentra en Roma se programan una vez al mes hasta junio próximo.

La arquéologa Cristiana Carta afirmó que los restos, al aire libre desde que fueron desenterrados en 1917, son "una pequeña porción de una amplia necrópolis en la que fue enterrado el mártir San Pablo", tras ser decapitado por Nerón, en  años de persecuciones y cultos clandestinos. La necrópolis funcionó entre el siglo I a.C y el IV d.C y se extendía a lo largo de la vía Ostiense, la que unía el corazón de Roma con el importante puerto de Ostia, que era hace 2.000 años un camino concurrido.

"El sepulcro de vía Ostiense ofrece una documentación puntual sobre el paso del rito de la incineración al de la inhumación, dos rituales vigentes de manera simultánea durante mucho tiempo", aseguró la arquéologa. El punto de inflexión se ubica a partir del siglo II, cuando se impuso el rito del enterramiento debido a la preponderancia que adquiría el cristianismo. En el comienzo del siglo IV, el emperador Constantino ordenó construir una basílica sobre el lugar en el que los cristianos veneraban la memoria de San Pablo, enterrado en una necrópolis por su condición de ciudadano romano.