Gobierno de Somalia prohibió fiestas religiosas a católicos para «no provocar» a Al Shabab

El obispo de Gibuti y administrador apostólico de Mogadiscio, Giorgio Bertin, sostuvo que gobierno de Somalia prohibió celebrar la Navidad y el Año Nuevo a los pocos católicos que quedan en el país para "no provocar" a los extremistas. Los fieles solo pueden seguir la Misa por televisión en secreto y realizar la comunión espiritual. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.

EN EL PAÍS NO HAY SACERDOTES PARA CELEBRAR MISA.

El obispo de Gibuti y administrador apostólico de Mogadiscio, Giorgio Bertin, sostuvo que gobierno de Somalia prohibió celebrar la Navidad y el Año Nuevo a los pocos católicos que quedan en el país para "no provocar" a los extremistas de Al Shabab y como "advertencia para los somalíes que viven en Europa o en Estados Unidos y que viajaron a su patria en el periodo de las vacaciones: podrían haber adquirido la costumbre de compartir alguno de los signos de la Navidad", pese a que desde hace años no tienen sacerdotes, ni la posibilidad de asistir a Misa en secreto, ni de recibir los sacramentos. 

El prelado afirmó que la Navidad y la Pascua eran fiestas prohibidas incluso antes. "Este año también fui a Mogadiscio para celebrar las Misas de Navidad, pero todo se llevó a cabo en el complejo de las Naciones Unidas y de la Unión Africana, cerca del aeropuerto. Allí primero celebré una Misa en italiano y en inglés para las tropas y los civiles del grupo italo-europeo, y una segunda en francés e inglés para el grupo de militares de Burundi y Uganda. No pude encontrarme con los pocos cristianos que quedan en la cuidad. En los años noventa pude ir a encontrarme con ellos y celebrar la Misa para ellos, pero desde entonces ya no es posible", lamentó. 

Frente a ello, Bertin aseveró que "lo que falta es un Estado que garantice protección, orden y ley", dado que "todo ha sido destruido por 24 años de guerra civil". "Los fieles no tienen los sacramentos, ven algunas ceremonias en la televisión a escondidas, hacen la comunión espiritual. Pero sus familias, como muchas otras del país, necesitan ayuda material, concreta. Falta trabajo, falta comida. La única actividad que la Iglesia católica desempeña en el país es la de la Caritas, y obviamente ayudamos a todos, sin importar el grupo étnico o religioso al que pertenezcan. Debemos esperar que prevalezca la voluntad de la mayoría de la población, que no es fundamentalista y no tiene nada que ver con este islam politico y radicalizado de Al Shabab", sostuvo el obispo. Después de 2000, con el nacimiento de las Cortes Islámicas, incluso los misioneros que quedaban tuvieron que abandonar el país.

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