Arzobispo Aguer: «Es preciso renacer a la verdad en todos los resquicios de las relaciones sociales»

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, aseguró que "con razón y con necesidad se habla de cambio en la Argentina de hoy" frente a "algunas tristísimas realidades como la destrucción de la familia". "¿Quién estará en desacuerdo si se propone acabar con la mentira y con la patología ideológica, que ocultan una corrupción generalizada en las estructuras del Estado?", cuestionó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN UNA COLUMNA PUBLICADA EN EL DIARIO PLATENSE 'EL DÌA'.

El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, sostuvo que en el país "es preciso renacer a la verdad en todos los resquicios de las relaciones sociales y superar la discordia, la oposición sistemática, la promoción del odio, un atavismo que se perpetúa viciosamente en nuestra historia", en una columna titulada 'La Navidad como misterio', publicado en la edición impresa del diario platense 'El Día', el 21 de diciembre.

"Con razón y con necesidad se habla de cambio en la Argentina de hoy. ¿Quién estará en desacuerdo si se propone acabar con la mentira y con la patología ideológica, que ocultan una corrupción generalizada en las estructuras del Estado? No se deben ocultar algunas tristísimas realidades: la destrucción de la familia, mediante la sustitución del matrimonio por la 'pareja'; la violencia que impulsa continuamente a crímenes horrendos pero que se incuba latente en las relaciones cotidianas, la confusión acerca del sentido de la vida, y el desinterés por la suerte ajena", aseguró Aguer.

Por otro lado, el prelado reiteró que lo que celebramos en Navidad "es un hecho histórico, real, verdadero, el nacimiento de Jesús". "Tal acontecimiento, un hecho salvífico obrado por Dios –las tres personas divinas intervienen en él– se hace presente en la celebración litúrgica de la Iglesia con toda su eficacia, se hace hoy. De una manera sencillamente catequística, se puede decir: 'Jesús nace en nosotros en cada Navidad si le damos cabida en nuestro corazón'. Según acomodemos las cosas: la fe, la esperanza, el amor, puede producirse un admirable intercambio entre él y nosotros, y esa presencia suya puede difundirse a través nuestro, alcanzar a nuestra familia, y si se produjera una coincidencia de pensamientos, afectos y decisiones, lograría introducir un principio efectivo de renovación cultural y social", sostuvo.