Fallece el cardenal Terrazas, arzobispo emérito de Santa Cruz

El cardenal y arzobispo emérito de Santa Cruz, Julio Terrazas, falleció el 9 de diciembre, a los 79 años en su domicilio, tras un complicado cuadro de múltiples afecciones que afectaron su salud desde el 24 de noviembre pasado. Fue promotor de solidaridad y convivencia pacífica en tiempos difíciles del país, dado que no calló ante el abuso de poder y el autoritarismo. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Iglesia Viva y Fides.

FUE EL PRIMER Y ÚNICO CARDENAL NACIDO EN BOLIVIA.

El cardenal y arzobispo emérito de Santa Cruz, Julio Terrazas, falleció el 9 de diciembre, a los 79 años en su domicilio, tras un complicado cuadro de múltiples afecciones que afectaron su salud desde el 24 de noviembre pasado, motivo por el cual no pudo estar presente en los actos oficiales de Francisco en el país andino. Fue obispo y arzobispo de las ciudades de Oruro, La Paz y Santa Cruz, presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia desde 1985 hasta 2012, y cardenal desde 2001 nombrado por Juan Pablo II.

El arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, informó la muerte del cardenal boliviano. "Nos embarga el dolor de su partida, porque deja un vacío profundo en todos nosotros, pero damos gracias y alabamos a Dios porque, como servidor de todos, nos ha guiado en nuestra vida de Fe y ha gastado su vida entregándola al servicio de todos especialmente de los pobres. El Cardenal Julio no solo predicó el Evangelio sino que dio testimonio, por eso pidamos a Dios que lo reciba en la vida eterna", sostuvo Gualberti. El cardenal nació en Vallegrande, en la provincia de Santa Cruz, fue misionero de la Congregación del Santísimo Redentor (CSSR), ordenado sacerdote en julio de 1962. Estudió teología y filosofía en el Instituto San Alfonso de los padres.

Terrazas fue el primer y el único cardenal nacido en Bolivia, el segundo en ocupar esa jerarquía en la historia del país después del religioso alemán Clemente Maurer, naturalizado boliviano, que falleció en 1990. Fue promotor de solidaridad y convivencia pacífica en tiempos difíciles del país, dado que no calló ante el abuso de poder y el autoritarismo. Según indica el protocolo de exequias, fue revestido con la investidura propia de los obispos, lleva en la cabeza la mitra, en el cuerpo la casulla sacerdotal en cuyo pecho esta la imagen de la Virgen del Perpetuo Socoro, madre protectora de la congregación de los Padres Redentoristas, orden religiosa en la cual se ordenó sacerdote. También en el pecho lleva la cruz pectoral. En el dedo anular el anillo episcopal y entre las manos un Rosario.