Noruega quita a unos padres la custodia de sus cinco hijos por ser «muy cristianos»

El senador rumano Titus Corlatean habló en nombre de la familia Bodnarius ante la Comisión para la Igualdad y la No Discriminación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo en París, al condenar lo que considera una conducta abusiva por parte del gobierno noruego, que separó niños de sus padres, basándose en acusaciones cristianofóbicas sin fundamento.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Actuall.

EL CONSEJO DE EUROPA INVESTIGA ESTA DISCRIMINACIÓN.

El Gobierno de Noruega le quitó la custodia de 5 hijos a Marius Bodnariu, un rumano y su esposa noruega, Ruth, tras ser acusados de "adoctrinamiento cristiano". La familia Bodnariu​ vivían desde hace 10 años en Naustdal, en Noruega y formaban parte de la iglesia Pentecostal en Bucarest, antes de mudarse a esta población. Agentes de protección juvenil del gobierno se llevaron a los 2 niños mayores que en ese momento se encontraban en el colegio y, además, tomaron a dos hijos más, dejando a la madre con su bebé de tres meses, a quién la policía se llevó al día siguiente.

Los servicios de protección notificaron a los padres que sus hijos estaban bajo la custodia de dos familias adoptivas separadas y que se estaban integraban supuestamente bien. El director de la escuela de los niños acusó que ellos eran "muy cristianos" y que su creencia en Dios "creaba una discapacidad entre los niños", y el padre de familia utilizaba el castigo físico ocasionalmente. Después de un examen físico a los 5 niños, no se descubrió ningún abuso físico. El 27 de noviembre, la familia perdió un juicio de apelación para reencontrarse con sus hijos, luego de que el Tribunal dictaminó que Marius y Ruth podían visitar a sus hijos 2 veces por semana durante 2 horas, pero no concedió ese mismo derecho para ver a sus hijas.

El senador rumano Titus Corlateran defendió a la familia Bodnarius en la Comisión para la Igualdad y la No Discriminación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo (APCE) en París. Condenó lo que considera una conducta abusiva por parte del gobierno noruego y pidió una investigación de la Asamblea y aseveró que los servicios de protección infantil noruegos se habían basado en acusaciones "sin fundamento" alguno.