Francisco: «Juntos digamos no al odio en nombre de una religión o de Dios»

El Pontífice aseveró que "quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz". "Cristianos, musulmanes y seguidores de las religiones tradicionales, han vivido juntos pacíficamente durante muchos años. Tenemos que permanecer unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común", afirmó el Papa. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Radio Vaticana.

ENCUENTRO EN LA MEZQUITA DE BANGUI.

Francisco pidió a cristianos y musulmanes decir "juntos 'no' al odio, 'no' a la venganza, 'no' a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios", dado que cristianos y musulmanes son hermanos, y deben comportarse como tal, durante el encuentro que mantuvo en la mezquita central de Koudoukou, en Bangui, República Centroafricana, el 30 de noviembre.

"Cristianos y musulmanes somos hermanos. Tenemos que considerarnos así, comportarnos como tales. Sabemos bien que los últimos sucesos y la violencia que ha golpeado su país no tenían un fundamento precisamente religioso. Quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz. Cristianos, musulmanes y seguidores de las religiones tradicionales, han vivido juntos pacíficamente durante muchos años. Tenemos que permanecer unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común. Juntos digamos «no» al odio, «no» a la venganza, «no» a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios", aseguró el Pontífice.

Asimismo, el Papa destacó que en estos tiempos dramáticos, las autoridades religiosas  desempeñaron un papel importante para restablecer la armonía y la fraternidad entre todos. "Podemos recordar también los numerosos gestos de solidaridad que cristianos y musulmanes han tenido hacia sus compatriotas de otras confesiones religiosas, acogiéndolos y defendiéndolos durante la última crisis en su país, pero también en otras partes del mundo. Los animo a trabajar para que su país sea una casa acogedora sin distinción de etnia, adscripción política o confesión religiosa. La República Centroafricana, situada en el corazón de África, gracias a la colaboración de todos sus hijos, podrá dar entonces un impulso en esta línea a todo el continente", afirmó, al asegurar que puede influir positivamente y ayudar a "apagar los focos de tensión todavía activos y que impiden a los africanos beneficiarse de ese desarrollo que merecen y al que tienen derecho".