Fieles abarrotan la catedral de Pamplona en la Misa de desagravio por la profanación eucarística

Una multitud de fieles colmó el pasado miércoles la catedral española de Pamplona  durante la Misa de desagravio que presidió el Arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, por la profanación de más de 200 hostias consagradas. La cantidad de asistentes a la celebración fue tal que, a pesar de que se habían consagrado cuatro mil formas, un gran número de personas no pudo comulgar.

Autor: VenL. / Fuente: ACI Prensa.

"FUE CONMOVEDOR".

"Consagramos cuatro mil formas y no han alcanzado”, dijo el Prelado y pidió disculpas a los muchos que no pudieron comulgar. Un asistente a la Misa aseguró que “nunca he visto la Catedral llena a ese nivel. Fue bastante conmovedor”.

Pérez exhortó en su homilía a que “se respete aquello que es lo más sagrado para los católicos, que es la Eucaristía”, y destacó que “la verdadera libertad de expresión no comprende un supuesto derecho a la ofensa o un desprecio a lo más sagrado”.

Tras más de 130.000 por la Asociación Española de Abogados Cristianos y la plataforma HazteOír, el ayuntamiento de Pamplona ha solicitado al psedoartista blasfemo Azcona que retire su exposición.

El arzobispo de Pamplona agradeció de corazón a la multitud de asistentes, y destacó que “la Eucaristía es el signo sacramental de la más excelsa hermosura que existe en toda la historia de la humanidad”. Quien celebra la Eucaristía, explicó el Prelado, “no lo hace porque se considera o quiere parecer mejor que los demás, sino precisamente porque se reconoce siempre necesitado de ser acogido y regenerado por la misericordia de Dios”.

Pérez hizo un llamado a “la conciencia humana y cristiana de todos”, pidiendo mayor sensibilidad “a ante los problemas que están presentes en nuestra sociedad”. “Por favor defendamos el derecho a la vida, al matrimonio y a la familia, la educación de los niños y jóvenes, el servicio al bien común, a los más débiles y necesitados, la verdadera cultura del trabajo y la paz entre las naciones”, exhortó. El Arzobispo español aseguró que la Iglesia busca “ser mensajera de la civilización de la verdad y la justicia, la paz y el amor, esa civilización que sólo Dios nos puede ofrecer”.