Conferencia Episcopal de Bolivia: «Al orgulloso le cuesta cambiar porque se resiste a reconocer sus errores»

La Conferencia Episcopal de Bolivia afirmó que el Jubileo de la Misericordia, será una oportunidad extraordinaria para todos los fieles puedan posicionar el perdón de Dios en el primer lugar de la vivencia cristiana. "El orgullo empaña las relaciones humanas y nos hacemos grandes, poderosos, en lugar de hacernos pequeños como Jesús nos dijo. El niño, el pequeño, puede cambiar, pero al grande, al orgulloso, al poderoso le cuesta cambiar porque se resiste a reconocer sus errores", aseveraron los obispos. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Iglesia Viva.

MENSAJE PARA EL AÑO DE LA MISERICORDIA.

La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), afirmó que el Jubileo de la Misericordia, será una oportunidad extraordinaria para todos los fieles puedan posicionar el perdón de Dios en el primer lugar de la vivencia cristiana, en su mensaje sobre el año santo que comenzará el 8 de diciembre próximo, al culminar la 100 Asamblea Plenaria de la CEB, en Cochabamba.

"¿Quién no necesita ser perdonado? ¿Quién no necesita perdonar? ¿Se imaginan si fuese posible reconocer los errores y comenzar de nuevo? Con Cristo es posible, porque El es la misericordia del Padre que se ha hecho cercana y tangible. Frente a los problemas de la vida familiar, social y política ¿seremos capaces de pedir perdón?; ¿Seremos capaces de perdonar? Nos falta valentía a todos, porque el orgullo empaña las relaciones humanas y nos hacemos grandes, poderosos, en lugar de hacernos pequeños como Jesús nos dijo: 'Si no se hacen como niños no entrarán al Reino de Dios' (Mt 18,3). El niño, el pequeño, puede cambiar, pero al grande, al orgulloso, al poderoso le cuesta cambiar porque se resiste a reconocer sus errores", indicó la CEB.

Los prelados del país andino aseveraron que "vivimos un tiempo caracterizado por la exaltación de las ideologías que no dejan ver la realidad de los más necesitados ni escuchar su voz". "Muchos tienen miedo a expresar una opinión diferente del pensamiento ideológico dominante que se pretende imponer a toda costa, amedrentando y descalificando al que piensa distinto. La violencia, fruto de la ausencia de valores, genera la inseguridad ciudadana y crece en nuestras ciudades acobardando a nuestro pueblo y perjudicando a la gente más vulnerable", denunciaron los obispos.